LA VERDADERA LIBERTAD DE EXPRESIÓN 

LA VERDADERA LIBERTAD DE EXPRESIÓN 

Por Juan Alonso Romero 

La libertad de expresión es un principio que apoya la libertad que tiene un individuo o un colectivo de articular sus opiniones o ideas sin temor a represalias, censura o a sanciones posteriores”. Derecho Constitucional y Normatividad de la ONU. 

A México y al mundo les hace falta como gobiernos, ver por un fortalecimiento real de la libertad de expresión. Donde se vea la realidad, de que el periodismo es una empresa, donde el que publica tiene una pequeña, mediana o fuerte inversión. La cual merece recibir contratos muy transparentes en el manejo de la promoción, difusión y publicidad de las obras y acciones públicas de los municipios, estado o federación. Sin que se establezca la insana lista de clasificación oficial de enemigos o amigos. Propiciando la desviación del periodista y del periodismo, de la objetividad, la investigación y la búsqueda de la verdad. De esta manera, lo que es promoción, difusión y publicidad, tendrá su espacio, en tanto que la información general, tendrá el suyo. Pues no olvidemos que el periodismo en todas sus expresiones, debe de ir a informar y a formar opinión pública. Haciéndolo con veracidad, objetividad y análisis. De tal manera, que, en las páginas periodísticas, en los espacios de internet o televisivos, puedan caber todas las voces y todas las opiniones de los que reportean o escriben columnas y artículos. Eliminando la acción insana del halago banal. 

POR MERA HIGIENE 

Por mera higiene, es hora ya de que en México y en el mundo, se eliminen los famosos “chayoteros”, definidos como pedigüeños y hasta extorsionadores de gobiernos y funcionarios públicos. Quienes siempre buscan sacarles – a sus clientes potenciales – un comentario, nota o fotografía que los halague. Denigrando de manera muy clara, la labor ética que tiene el periodismo formal, de informar y formar opinión, en beneficio de la colectividad. 

LO PEOR 

Lo peor para la dignificación del ejercicio del periodismo, es cuando se comprueba, que, en los presupuestos de comunicación social de los tres niveles de gobierno, el poder incluye en estos cada vez más a los “Chayoteros”, como beneficiarios de los contratos que manejan la imagen oficial. Propiciando el decaimiento del periodismo formal, de contenidos y con buen manejo de la información. Es de esta manera, como se está propiciando que la calidad de la comunicación, se vea cada vez más deteriorada. En perjuicio de los lectores, las notas, los contenidos y de la información. 

NO TEMER AL ANÁLISIS 

En las democracias modernas de los países desarrollados, el análisis, la crítica y el ejercicio de la investigación en la noticia, no sólo se mantiene, sino que además crece. Sucede en Estados Unidos en todos los Estados de la Unión, en todos los medios de comunicación. En la Unión Europea, sucede igual. Esto es muy difícil en Eurasia, con la agresiva posición que Vladimir Putin le ha dado a Rusia.  Con Xi Jinping en China, con una política unipartidista y sin acceso a elecciones libres. Con todo el poder centralizado. Que ha generado en este Siglo XXI, fuertes y abiertas protestas populares, que no han podido parar en varias semanas y meses. 

NO A LA UNIFORMIDAD 

Las democracias, son el sistema político abierto a la participación de todas las voces, todas las ideologías, todos los pensamientos, todas las religiones, todas las expresiones. Su máxima expresión, se da en las universidades del mundo con la “Libertad de Cátedra”. Para que cada maestro, conferencista, investigador, científico, alumno, autoridad o trabajador, pueda expresar libremente sus ideas y pensamientos. Esto es así, porque el conocimiento no puede generarse con una sola idea, una sola opinión o una sola ideología. No puede haber la aberración de que un solo partido, un solo caudillo, un solo grupo o una sola visión, guíen al conocimiento o a un país.  

LA SOCIEDAD MODERNA 

En la época moderna, vivimos en la sociedad del conocimiento, al cual accedemos en tiempo real por medio del internet. Donde incluso las transacciones financieras se hacen simultáneas y en tiempo real de continente a continente. Logrando comunicaciones televisivas, radiales, en teléfonos inteligentes o a través de video conferencias al instante. Es de esa manera como circula ya la información, sin restricción alguna y sin la necesidad de halagüeños, porristas o deformadores de la información. De comunicadores sin ética, que están dañando a la comunicación real y al derecho que tiene la sociedad de estar bien informada.  

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