LA SERPENTINA
POR GUILLERMO AGUIRRE
Un enemigo peor que la violencia contra las mujeres
Mientras que féminas pintarrajean, destrozan y queman edificios, en reclamo de sus derechos, silenciosamente aumentan en forma alarmante, las niñas embarazadas que dejan la escuela.
Mientras vimos destrozos en edificios públicos y no públicos también, incendios provocados a manera de protesta por las mujeres que consideran que no se les ha hecho justicia, en otro flanco de la vida de las mujeres, especialmente de las que sueñan con tener un mejor futuro, para no andar incendiando y rayando inmuebles como protesta por sufrir vejaciones en su vida, un enemigo silencioso las ataca, pulveriza sus sueños “aspiracionistas”, -como diría ahora nuestro guía nacional incitador de las divisiones en el país- en fin, un peor enemigo que la violencia física que eventualmente sufren estas mujeres cuando se equivocan en sus sentimientos y se unen a sicópatas reprimidos, las está aniquilando.
Este enemigo es la ignorancia y la desesperación que ha llevado a un crecimiento en la deserción escolar de las niñas por embarazos.
El dato lo publica mi amigo y colega Jorge Enrique González Castillo, en su portal de noticias llamado el Vigía del Pacífico, y la nota es del periódico Excelsior, misma que en resumen dice que
Crece deserción escolar en niñas por embarazos; otras perdieron interés en el estudio y que pasó de 2 a 6.4% el abandono escolar en menores de 10 a 15 años por gestación y de 10.2% a 14.9% porque tuvieron que trabajar, ambos datos son tristes y lamentables, pues nos hablan de una realidad que no nos gusta que nos machaquen a los mexicanos, porque esto habla de esa parte en la que por omisión o indolencia, hemos fracasado.
La información señala que entre mayo y diciembre del año pasado, en medio de la pandemia de covid-19, el porcentaje de niñas y adolescentes de 10 a 15 años que abandonaron la escuela a causa del embarazo pasó de 2% a 6.4%, mientras que las que lo hicieron porque tuvieron que ponerse a trabajar subió de 10.2% a 14.9 por ciento.
Según el estudio Equidad y regreso, ¿qué pasa con las niñas?, de la organización Mexicanos Primero, el no querer continuar fue la razón para dejar la escuela que más crecimiento tuvo al pasar de 2.9% a 31.9 por ciento.
El abandono escolar en niñas y jóvenes es una de las grandes preocupaciones y en esta investigación pudimos ver que 47.4% de los casos de abandono escolar fueron niñas y jóvenes. Se registraron aumentos muy preocupantes en causas de abandono escolar que hablan de la persistencia de roles de género tradicionalmente asignados y situaciones de violencia y/o abuso, como el embarazo a temprana edad”.
A dos años de la crisis sanitaria, se ha identificado un aumento de embarazos tempranos, incluso, en niñas de 11 años.
En la primaria, depende mucho de las condiciones familiares, quienes dejan la escuela lo hacen por presiones económicas y, en el caso de las niñas, las familias prefieren que apoyen con labores domésticas, especialmente en primaria alta. En la secundaria es el embarazo, la frustración ante el rezago de aprendizaje, la dificultad de adaptarse a varios maestros.
Una realidad innegable, aunque suene mojigato y un tanto paradójico, es que las nuevas tendencias educativas de dar libertad a los hijos e hijas, cuando son pequeños, y adolescentes, con la suposición de que de esta forma, aprenderán a usar su criterio, en lugar de quitarles libertades que aun no saben usar, como lo es entre otras cosas, el uso de su cuerpo, y no solamente en materia sexual, sino de ser víctimas fáciles de adicciones de compañeros que se infiltran como alumnos, pero que dentro de los salones son incluso los que les venden las droga a los estudiantes, ha traído estas alarmantes consecuencias.
Tan sólo para repetirlas, los embarazos en niñas incluso de 11 años, aumentaron del 2 al 6.4 por ciento, es decir, casi un 5 por ciento más que en años anteriores, esto trajo como consecuencia que los que dejaron la escuela para trabajar, subieran de un 10.2 por ciento, al 14.9 por ciento…así que a seguir dejando que los valores que antes se enseñaban y que eran un freno, se sigan haciendo añicos…hasta mañana.
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