LA SERPENTINA
POR GUILLERMO AGUIRRE
Una lucha obstinada
**Poca respuesta para quedarse y trabajar en México, hay de los migrantes que han sido deportados a nuestro país
Escucho en un noticiero local que son menos de diez personas, los nayaritas deportados de Estados Unidos de Norteamérica, los que se han mostrado interesados por obtener un empleo, cantidad irrisoria si se considera que se cree que viven más de u cuarto de millón de paisanos distribuidos a lo largo y ancho de la frontera con el país vecino del norte.
Claro que uno esperaría que con los fuertes operativos y situaciones que viven nuestros hermanos nayaritas en U.S.A., (United States of America), se vinieran en masa hacia su lugar de origen, pero no, la realidad es otra.
La mayoría de los paisanos que radican en U.S.A, lo que menos quieren, es regresar a sus lugares de origen, no sólo los nayaritas no quieren estar de nuevo con sus parientes, familiares y amigos que se quedaron aquí, estamos hablando de que este es un fenómeno nacional, pues igual situación está ocurriendo con todos los connacionales que hoy viven días de incertidumbre por las constantes redadas que un organismo llamado ICE encabeza, organismo cuya función principal es la de deportar a migrantes no sólo mexicanos, sino de cualquier parte del mundo, que se encuentren en forma ilegal-como se les dice técnicamente a estos migrantes- en ese país llamado de las oportunidades.
Pero tanta aferración, tanto sacrificio para quedarse en U.S.A., de parte de quienes son hostilizados tanto física, como psicológicamente, debiera ser motivo de alguna pregunta de parte nuestra.
Porque algo debe quedar claro, estos mexicanos que están en el país del norte, no son masoquistas, es decir, no son personas que les guste ser ultrajadas, y menos cuando se están enfrentando a un hombre con el trastorno de poder y protagonismo como lo es el señor DONALD TRUMP, con quien por cierto la presidenta de México, se reuniría en la cumbre llamada G7, efectuada en Canadá, cumbre que intempestivamente abandonó el presidente TRUMP, ayer, por lo que se cancelaron todas las reuniones de jefes de estado, programados con él.
Pero dejando este asunto de lado, por supuesto que nuestros hermanos mexicanos que un día se fueron a Estados Unidos de Norteamérica, consiguiendo dólares para pagar el coyote y exponiendo su vida y su libertad, tan sólo para llegar a suelo norteamericano y obtener un trabajo, y a veces vivir escondidos o saliendo lo menos posible de sus casas o barrios por temor a un arresto y deportación, hicieron todo esto por dinero.
Así es amigos y amigas, el sueño americano consiste en lograr cosas materiales, desde un título universitario en una universidad de reconocimiento mundial, hasta ganar tales cantidades e ingresos por horas de trabajo, que con lo ganado se pueda comprar una casa, un carro, financiar las fiestas célebres familiares, y claro, el sueño de todo migrante, es llegado el momento y reunidos los requisitos, obtener la ciudadanía norteamericana.
Así que hoy día, cuando los estados colindantes con U.S.A, a saber, Baja California norte, Sonora, Chihuahua, Tamaulipas, Nuevo León, e incluso Coahuila, según lo anunció la Secretaría de Relaciones Exteriores, tienen centros de atención para deportados, para apoyarlos con su inclusión laboral en sus respectivos estados, pues ocurre que estos centros de atención a deportados, no están ni siquiera saturados.
El motivo lo dijo una funcionaria del gobierno, la mayoría de migrantes deportados, vuelven a intentar meterse al país del norte, vuelven a correr los riesgos de que los atrapen en los desiertos o que mueran de sed, de que ahoguen en el río Bravo, de que los combatan los llamados rangers, que no son otros más que asesinos de raza blanca, que odian a los que no son de su raza, y que entre otras cosas tienen como deporte, cazar mexicanos o cualquier otro indocumentado que descubran en territorio norteamericano.
Pero usted dirá, tan mal que tratan a los mexicanos migrantes, tanto que los humillan, tanto que los exponen, los exhiben como si fueran delincuentes, y siguen pegados a los muros fronterizos, buscando la ocasión de llegar de nuevo al lugar del que los acaban de correr.
La razón principal de esta obsesión por cumplir el sueño americano, no es otra cosa que los ingresos, así como lo leyó usted, lo que mueve a los millones de migrantes a pasar la frontera, y otros a estar ya trabajando en territorio norteamericano, no es precisamente que quieran conocer el país de los grandes rascacielos, o de los hermosos lagos, o enormes autopistas, no, para nada, es la obtención de buenos ingresos.
Y es que el sistema de pago por hora trabajada, es sumamente apetecible para nuestros hermanos latinoamericanos, no sólo los mexicanos, sino de toda América Latina, que buscan trabajar allá.
Y esto por supuesto que tiene explicación, no es lo mismo ganar 20 dólares en una hora, que para cerrarlo diremos que son 400 pesos, que ganar menos de 400 pesos, en todo un día aquí en México.
Así que si usted calcula 8 horas a 20 dólares cada hora, tendrá un total de 160 dólares por día, que convertidos a pesos mexicanos, son 3200 pesos, por un día de trabajo, lo que en México es una quincena, o en el mejor de los casos, una semana de trabajo, así que no hay porque rasgarnos las vestiduras, los que van en busca del sueño americano, van por el dinero que allá se paga, y ya, el dinero mueve al mundo, dicen…hasta mañana
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