LA SERPENTINA
POR GUILLERMO AGUIRRE
La realidad de los padres en México
El día del padre en México, ni mueve industrias, ni paraliza escuelas por los festejos, no desata homenajes masivos, ni llena restaurantes, pero es el día del padre
Pues debido al celebrado día para los padres, que en esta ocasión, fue ayer domingo, me permito compartirles la realidad estadística de los que somos padres en nuestro país y la forma en la que sobrellevamos esta actividad.
Los datos son digamos en cierta forma profesionales y no tienen qué ver con ninguna casa encuestadora o con suposiciones de algún comentaristas de esos que se especializan en temas familiares, y digo que son datos profesionales, porque los obtuvo el Instituto Nacional de Geografía Estadística e Informática, mejor conocido como el INEGI, institución que tiene a su servicio un equipo profesional de encuestadores y procesadores de datos.
Así que diríamos que esta es una mirada honesta a lo que esto implica y es que entre el trabajo, la crianza y el reconocimiento que casi no llega, los datos del INEGI ofrecen una radiografía precisa —y reveladora— de la paternidad en México
Para empezar dice el INEGI, o mejor dicho, el INEGI tiene datos de que en México, hay 44.9 millones de hombres de 15 años y más, es decir de 15 años para arriba, como decimos en el argot coloquial.
De esos casi 45 millones de varones de más de 15 años, 21.2 millones de hombres viven con al menos un hijo en casa.
La edad promedio de estos 21 millones 200 mil hombres que tienen cuando menos un hijo en casa, es de 45 años, y la mayoría está casado o en unión libre (93.5 %). Solo un pequeño grupo —el 6.7 %— enfrenta la crianza desde la separación, la viudez o en soledad.
Esto es una buena noticia, me refiero a que la mayoría de hombres que tienen hijos, tienen una compañera de vida, quiero resaltar que tienen una mujer, no tienen como esposa a otro hombre, esto para aclarar que no estamos hablando de todo tipo de relaciones, sino de hombres que están casados con una mujer y tienen una pareja mujer y ambos tienen uno o más hijos en crianza, considerando que la crianza es desde que nacen, hasta que se separan del hogar, sea para formar su propio hogar ó sea porque se casaron.
El perfil sociodemográfico revela que el 90.5 % ha cursado al menos la educación básica, y 18.4 millones participan en la economía nacional, con una alta tasa de ocupación (97 %). Pero detrás de esa aparente estabilidad se esconde un terreno desigual: menos de la mitad de los padres asalariados accede a prestaciones básicas como aguinaldo, licencias pagadas o seguro médico.
Y aquí entramos a otro terreno que preocupa y desgasta tanto en lo emocional, como en lo económico a los papás, me refiero a que menos de la mitad de los 18 millones 400 mil padres de familia, que tienen un trabajo, cuentan con las prestaciones de ley, incluida la de atención médica, sea el IMSS o el ISSSTE, así que estamos hablando de más de 9 millones de papás, que si bien tienen un ingreso, con ese ingreso atienden a sus hijos cuando éstos enferman.
La economía familiar también refleja un dilema persistente: el ingreso promedio trimestral de un padre con un hijo es de $26,727 pesos, sube a poco más de $30,000 con dos hijos, pero a partir del tercero comienza a disminuir. Tener cuatro o más hijos implica una baja de más de $4,800 pesos frente al escenario de dos hijos. La conclusión no es trivial: más hijos, menos ingreso disponible.
Aun con todo y el ingreso seguro, el promedio de 30 mil pesos trimestrales, significa ganar por quincena 5 mil pesos, o sea mensualmente 10 mil, lo que no es un gran sueldo para mantener a una familia de dos hijos y esposa.
¿Y el tiempo? El otro gran recurso limitado. La Encuesta Nacional sobre el Uso del Tiempo (ENUT) muestra que los hombres dedican entre 11 y 13 horas semanales al cuidado infantil, mientras que destinan 43 horas al trabajo remunerado. En estados como Oaxaca o Chiapas, el tiempo de cuidado baja a 6 o 7 horas por semana, frente a 10 u 11 en entidades como CDMX o Nuevo León. El reparto sigue siendo desigual y profundamente marcado por factores culturales.
Pese a todo, hay señales de cambio. En 2002 solo el 16 % del tiempo de cuidado era realizado por hombres; para 2019 esa proporción creció al 30 %. Es decir, la participación masculina en la crianza casi se duplicó en menos de dos décadas. Aun así, las mujeres siguen cargando con el 70 % del cuidado, una brecha que persiste más por normas sociales que por falta de voluntad.
En fin, esta es nuestra realidad varonil, ahora ya sabe usted, nuestra realidad masculina…hasta mañana
Más historias
Regularización de casas del Infonavit abandonadas, invadidas y vandalizadas
LA RED TRANSFORMANDO VIDAS EN EL CONGRESO
Los elementos policíacos deben de ser plenamente identificables