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Se cumplió la máxima de que un acomedido nunca queda bien

CON PRECAUCIÓN

Se cumplió la máxima de que un acomedido nunca queda bien

Por Sergio Mejía Cano

Con la prudencia necesaria del caso, al parecer algo malo está pasando con la impartición de justicia en el estado de Nayarit, no nada más en los accidentes automovilísticos, sino ahora al demostrar valor civil, como le sucedió al señor, bombero de oficio y, que en sus momentos libres los dedica a hacer otros trabajos como de albañilería.

Según la información que se difundió en un principio, el señor de nombre Ursus escuchó los gritos de auxilio de una señora de la tercera edad pidiendo ayuda porque se había metido a su domicilio un posible ladrón, por lo que Ursus acudió al auxilio logrando someter al supuesto ratero que había invadido propiedad privada, lo que logró el bombero hasta que llegaron unos patrulleros a hacerse cargo del detenido en flagrancia. De acuerdo a estas primeras informaciones, el supuesto ladrón, ya estando al interior de la patrulla dijo sentirse mal, para después perder el conocimiento y fallecer, dentro de la patrulla, según esta primera información.

Sin embargo, el señor Ursus, quien había logrado una detención ciudadana, contemplada en las leyes, quedó en calidad de detenido. Y, he aquí lo extraño del asunto, ya que posteriormente el fiscal General del Estado de Nayarit, Petronilo Díaz Ponce, en conferencia de prensa señaló que la detención se había dado a petición de la mamá del ahora muerto, por lo que el bombero tenía que quedar detenido hasta esclarecerse de bien a bien su situación y esperar los dictámenes periciales que determinaran las causas del fallecimiento del supuesto ladrón.

Caso extraño, porque el común denominador dicta que ya no estamos en un Estado de Inquisición, sino en un Estado de Derecho, por lo que no nada más porque alguien es señalado o como se dice coloquialmente, porque alguien le ponga el dedo a otra persona, ya por ese simple hecho sea detenida.

Está documentado que, en tiempos de la Inquisición, nomás porque alguien le caía mal a otra persona o porque era considerado hereje o en contra del virrey o porque tenía un estatus económicamente alto y que alguien se quería hacer de sus bienes y propiedades, pues bastaba con acusarlo de algo y te llamabas, Kimosabi; por ese simple hecho era apresado y despojado de sus bienes económicos.

Así que el fiscal, Díaz Ponce, en su conferencia de aclaración por qué estaba detenido el bombero, afirma que, porque la mamá del detenido y fallecido lo había señalado como culpable de la muerte de su hijo, así como también, según se dice, también acusó a los policías que habían subido a la patrulla a su hijo. Y, lo del caso, es que de dichos policías no se dice nada, como si todo estuviera enfocado únicamente hacia don Ursus.

Otro dato curioso es que, el fiscal General dice que el ahora muerto falleció a bordo de una ambulancia, lo que claramente se contradice con las primeras informaciones de que había muerto dentro de una patrulla; aunque claro está, tal vez la confusión se deba a la posibilidad de que al momento de que el detenido dijo sentirse mal y perder el conocimiento, los elementos policíacos llamaron la ambulancia y pudo haber fallecido el detenido ya en la ambulancia, algo que no se ha aclarado de bien a bien y que, obviamente se contradice con la primera información de que había muerto a bordo de la patrulla.

Preguntando aquí, allá y acullá respecto a la detención del bombero, alguien que se dice versado en el Código de Procedimientos Penales, aduce que don Ursus, en primera instancia, debió haber sido llamado nada más como testigo, para aclarar los hechos y de cómo había procedido a efectuar ese arresto ciudadano y, si bien tomar en cuenta la denuncia de la mamá culpando de la muerte de su hijo al bombero y, como se dice, también acusó a los policías de los que nada se ha informado sobre su situación jurídica, pero no privar de la libertad a Ursus, pues él entregó al supuesto ladrón vivo a las autoridades, así que, lo que haya pasado desde ese momento, pues es comprensible que ya nada tiene que ver con lo que pasó después, como un posible paro cardiaco debido al susto o, como se ha informado también en las redes sociales, porque probablemente su organismo estaba alterado por alguna substancia no determinada; pero esto al parecer ya es pura especulación.

Así que hay que tener la cautela cuando una jueza o juez señalan a un detenido en determinadas circunstancias, dicen a priori que “representan un peligro para la sociedad” y, también, tomar en cuenta que se aplica la máxima de que un acomedido nunca queda bien.

Sea pues. Vale.

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