CON PRECAUCIÓN
Malas e insalubres condiciones de trabajo en el transporte urbano
Por Sergio Mejía Cano
En el portal de internet de ntv.com.mx del día de este pasado miércoles 29 del presente mes de enero, aparece una nota firmada por Oliva Orozco, con el encabezado: “Hasta tres pleitos diarios entre choferes del transporte público en Tepic”. Y señala que el dirigente del sindicato de choferes de taxis, transporte urbano y similares, Gregorio Haro, se reciben reportes de hasta tres pleitos diarios entre los choferes, algunas de estas peleas derivadas por las condiciones laborales que se tienen como, por ejemplo, cumplir con horarios y cuotas patronales.
Y en el grueso de la nota en cuestión, entre otras cosas, se dice que algunas de estas peleas salen a la luz pública y otros no, por lo que los patrones se ven obligados a sancionar a los conductores que se ven involucrados en algún pleito con otros compañeros, sobre todo choferes de combis; y que el problema se ha agrandado debido a estos castigos, pues algunos choferes, por lo mismo, no duran mucho tiempo laborando, lo que ha generado un déficit de choferes.
Se informa también en esta nota que, tanto organizaciones patronales como sindicales cuentan con filtros de selección de personal y se brinda capacitación para poder soportar el estrés que genera el servicio a los usuarios; pero, debido a la rotación constante que los hace tener que cubrir una mayor cantidad de horas al volante, algunos de estos trabajadores prefieren abandonar el servicio. Así que, por lo mismo, se deben de mejorar las condiciones laborales para estos trabajadores del servicio público de transporte urbano.
Para la mayoría del público usuario de este tipo de transporte -en el que me incluyo- es más que evidente que no se recibe un servicio óptimo, un servicio que hoy en día se ha convertido mucho más riesgoso debido al uso del teléfono móvil, pues es común mirar cómo la mayoría de los conductores del servicio urbano, ya sea taxi, combi o camión urbano, por lo regular van con su celular en la mano o mínimo, lo toman cuando llegan a una intersección con semáforo en alto, pero también algunos lo van mirando o seleccionando el tipo de música que van oyendo y haciendo oír a los pasajeros; sin embargo, en muchas de las ocasiones hablando abiertamente por teléfono tal vez sin tomar en cuenta el grave peligro que esto significa, posiblemente por no saber, olvidar o hacer caso omiso a aquello de que el que a dos amos sirve con alguno queda mal y, en este caso el amo ya no es el público usuario, sino el teléfono móvil debido a que está comprobado plena y contundentemente que distrae en mucho la atención y que no se lleva con la conducción de un vehículo del tipo que sea.
Ahora bien, ¿por qué se dan la mayoría de los pleitos entre choferes del transporte público? Pues en la mayoría de los casos por la voracidad de querer ganar pasaje o por considerarse dueños de la unidad a su cargo, así como del tiempo de itinerario al que se tienen que atener, pero que la mayor de las veces ignoran o se lo pasan por el arco del triunfo lo que, por lo mismo, dejan pasaje tirado, cortan rutas, bajan pasaje una o dos cuadras después de donde les fue solicitada y lo que es peor: dejan con la mano extendida a estudiantes y adultos mayores por el simple hecho de que por disposición legal solo pagan la mitad del pasaje, como si esto les perjudicara económicamente sus bolsillos y no más a los de sus patrones y concesionarios, pues ¿a los choferes en que les perjudica que estudiantes y adultos mayores paguen la mitad del precio del pasaje si para eso traen los boletos ex profeso?
Y a propósito de patrones y concesionarios, el representante sindical, Gregorio Haro, con sus declaraciones más parece estar a favor de la clase patronal y no de los choferes, ya que si está consciente de la rotación de turnos y que los trabajadores pasan horas de más detrás de un volante, pues lo más indicado sería que el sindicato obligara a los permisionarios a mejorar las condiciones laborales y no nada más lanzar al viento las quejas y que tuviera en cuenta de que todas las rutas deben de contar con terminales y sub terminales para que, los choferes tengan un espacio para estirar las piernas y en dónde poder engullir sus sagrados alimentos cómodamente y, desde luego, contar con el horario legal de ocho horas; pero, como por lo regular los conductores del transporte urbano trabajan turnos fraccionados, pues que esas ocho horas se repartan equitativamente en dos turnos o en su caso, tal y como lo determina la Ley Federal del Trabajo.
Sea pues. Vale.
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