CON PRECAUCIÓN
Iniciativas de ley que ojalá y prosperen
Por Sergio Mejía Cano
Históricamente está documentado que la frase, “Sufragio efectivo. No reelección” la acuñó Porfirio Díaz Mori, dirigida a don Benito Juárez García, quien ya tenía varios años ocupando la Presidencia de la República y, don Porfirio tal vez ya sentía el gusanito de sustituirlo. Sin embargo, a las nuevas generaciones se nos dijo que esa frase fue la bandera de lucha de don Francisco I. Madero, tal vez omitiendo sin querer queriendo que el autor original era Porfirio Díaz.
Dicha frase se acentuó en la mayoría de los mexicanos después del triunfo de la Revolución Mexicana y la lucha fratricida que le siguió posteriormente; incluso, hasta en la papelería oficial estuvo presente en la mayoría, si no es que en todos los formatos de las dependencias gubernamentales y, por lo mismo, esta frase se fue arraigando en el pensamiento de gran parte de la población mexicana.
Sin embargo, poco a poco se fue imponiendo la reelección, primeramente en las presidencias municipales, pero en el 2014 se reformó el artículo 59 constitucional, para que senadores y diputados pudieran reelegirse para un periodo inmediato y cuatro periodos continuos, respectivamente, es decir, para durar al menos 12 años en sus cargos; aunque también se llegó a decir en su momento, que se pretendía que la reelección de los legisladores fuera por tiempo indefinido, como quien dice hasta que la edad de los pretensos aguantara.
Se dice que desde que los civiles llegaron a la Presidencia de la República, varios de estos presidentes desde Miguel Alemán Valdez han soñado con la posibilidad de reelegirse, algunos con el cuento de que esa frase ya es historia, que ya no procede, que son otros tiempos, que ya no tiene modo de ser y aplicarse y un largo etcétera.
Con el ahora expresidente, Andrés Manuel López Obrador, pero pasó lo contrario, pues fueron sus adversarios y detractores quienes desde el inicio de su mandato comenzaron a decir que su pretensión era reelegirse para perpetuarse en el Poder y, que, de no poder hacerlo, al menos crear su propio Maximato y llegar a ser el poder tras el trono. Sin embargo, el mismo López Obrador se confirmó a sí mismo como un admirador y seguidor del llamado apóstol de la democracia mexicana, don Francisco I. Madero, anteponiendo desde un principio, precisamente la frase de Sufragio efectivo. No reelección; aunque muchos de sus opositores no le creyeron, pues cuando se dio la revocación de mandato, que no prosperó, sus adversarios gritaron a los cuatro vientos que era una estrategia para su reelección, pero fue todo lo contrario.
Se ha dicho que Miguel Alemán Valdez (1946-1952) creó su primer caldo de cultivo para sopesar la posibilidad de reformar la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, para así poder reelegirse; sin embargo, se dice también que los hechos revolucionarios aún estaban frescos, pero más el asesinato de Álvaro Obregón, quien a su modo tergiversó la Carta Magna interpretando que la no reelección era para un periodo inmediato, pero que no decía nada respecto a un periodo posterior a otro o más sexenios. Claro que esa idea de don Álvaro Obregón no cayó nada bien en algunos de los demás militares que también pretendían llegar a la grande y menos, según se cuenta, al autodenominado jefe máximo de la Revolución, Plutarco Elías Calles.
Y si después de terminar la lucha intestina posterior a la Revolución Mexicana la frase de sufragio efectivo, no reelección estaba todavía fresca, existe la posibilidad de que ha seguido fresca, pues así se lo hicieron ver a Carlos Salinas de Gortari, aunque se dice que todo se debe a una teoría de la conspiración, al crear un caldo de cultivo y tantearles el agua a los camotes para una posible reelección.
Pero volviendo a la no reelección de legisladores y presidentes municipales con sus regidores, sería la mejor opción, pues hasta el día de hoy la reelección de estos no ha rendido los frutos esperados, ya que no se ve que muchos de ellos y ellas hayan adquirido una buena experiencia en sus cargos, sino que más bien a muchos les ha servido para seguir sirviéndose y no servir.
Así que ojalá y prospere la iniciativa que tiene en mente la presidenta, Claudia Sheinbaum, aunque se dice que, si se hace, será hasta para el 2030. Y, a propósito de iniciativas, la doctora Sheinbaum Pardo, también tiene en mente que se eliminen los cargos plurinominales, lo que sería una buena medida, pues no se sienten comprometidos con la población ni con el país, sino para sí mismos.
Sea pues. Vale.
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