CON PRECAUCIÓN
El león violento no es como nos lo están pintando
Por Sergio Mejía Cano
Cuando dos o más personas deciden dirimir sus diferencias por medio de la violencia no hay poder humano que pueda evitar un enfrentamiento en el entendido de que el que mete paz saca más. Ejemplos de que quien trata de meter paz saca más hay infinidad, sin embargo, uno de los más recientes es el que sucedió en San Miguel Xicalco, en la alcaldía de Tlalpan, en donde murió un jefe de sector al acudir a calmar una riña entre habitantes de esa población.
De ahí que en cierta forma tenga razón un comandante de la zona militar en Culiacán, Sinaloa, cuando dijo que volver a la paz no depende de las fuerzas de seguridad, sino de los grupos criminales.
De inmediato que lo dicho por este comandante se tomó más por el lado negativo que por el positivo por parte de la opinión pública y, obviamente, por los detractores de la actual administración federal que encabeza aún el presidente, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) al volver a sacar a colación la frase de abrazos y no balazos.
Precisamente si AMLO minimizó en algún momento en sus conferencias matutinas la violencia en Culiacán, aduciendo que estaba siendo magnificada por varios medios de información, tal vez se debe a que el presidente tiene la información necesaria de estos hechos, pues no podría minimizar algo que fuera más palpable y verídico; y no es que AMLO haya sido o sea engañado, pues si algo se ha visto y comprobado en su administración es la lealtad hacia su investidura por parte de las fuerzas armadas, así que por lo mismo, su aparato de inteligencia debe de tener la información veraz de todo lo que está pasando en el estado de Sinaloa y su capital, Culiacán.
Ahora en cuanto a que la pasa podría depender de los grupos antagónicos, supuestamente pertenecientes al narcotráfico que se están enfrentando es lo más probable, pues de seguir combatiéndose entre sí cada día se estarán desgastando más y más dejando de atender su negocio, a menos que estén siendo financiados y alentados por otras manos criminales más interesadas en tratar de desestabilizar al país o al menos a esa región, pues no por nada en su conferencia del día de ayer jueves, AMLO señaló la posibilidad de que el gobierno gringo tenga metidas las manos en este ajo y ser al menos corresponsable aprovechando el caso de la detención del señor Ismael el Mayo Zambada y también, para darle un toque de intensidad a las próximas elecciones presidenciales en los Estados Unidos que se llevarán a cabo el próximo mes de noviembre.
Ahora bien, en caso de que las fuerzas armadas ya sean del Ejército o la Marina, entraran con todo a meter paz o calmar los ánimos violentos, ¿a quién tendría que atacar primero? Si atacara o enfrentaran las fuerzas armadas primeramente a uno de los grupos, desde luego que gran parte de la opinión pública, pero sobre todo los detractores y adversarios de AMLO, dirían de inmediato que estaría protegiendo a los integrantes del otro grupo y viceversa. Y si llegara a enfrentar a ambos grupos a la vez (se ha dicho que uno de los grupos pertenece a los mayitos y otro a los chapitos), pues obviamente que se tendría que desatar una vil carnicería en donde los daños colaterales serían más perjudiciales que benéficos, ya que existiría la probabilidad de que muchos ciudadanos salieran perjudicados.
Según los entendidos en cuestiones militares, dicen que por más armamento bélico que pudieran tener los denominados grupos criminales o dedicados al narcotráfico, no puede superar a la capacidad letal con la que cuentan las fuerzas armadas nacionales, porque de querer tanto el Ejército como la Marina en un enfrentamiento abierto podrían acabar fácilmente con esos grupos del crimen organizado, sin embargo, dichos enfrentamientos entre gobierno y esos grupos no saldría nada barato precisamente a los daños colaterales por víctimas inocentes que pudieran salir perjudicados y además, de inmediato se tacharía al gobierno federal de represor, de asesino, de intolerante y agresivo, etcétera.
Así que tal vez lo mejor sería que estos supuestos grupos antagónicos se comenzaran a desgastar entre sí y mientras el gobierno vigilar que no entre más armamento en forma clandestinas para que dichos grupos enfrentados reciban ese tipo de refuerzos y que comprendan de una buena vez que están siendo utilizados como piezas de ajedrez, que están siendo manipulados y de que esos enfrentamientos no los llevarán a nada bueno.
Así que lo mejor es tomar la información sobre Sinaloa con la prudencia necesaria del caso.
Sea pues. Vale.
Más historias
Demetrio Vallejo Martínez, un honesto y verdadero líder de masas
A la basura siete órganos autónomos
Cadenas de mucho o poco conocimiento que se heredan en las familias