LA SERPENTINA
POR GUILLERMO AGUIRRE
Historias de Horacio Quiroga
**Como un cuento trágico, una señora llevó a su niña de 8 años a la clínica 24 del IMSS, de ahí la pasaron a la clínica 1, luego ella la llevó al Puerta de Hierro, donde finalmente murió la pequeña
Fíjense que a veces la realidad supera a la ficción, les digo esto porque en mis mocedades uno de mis escritores no favorito, pero me gustaba leerlo para imaginarme cosas terroríficas, fue HORACIO QUIROGA, pues puedo decirles que Horacio Silvestre Quiroga Forteza, que era el nombre completo del escritor en mención, nació en el Salto, Uruguay; 31 de diciembre de 1878, y tuvo una vida un poco azarosa, para morir finalmente en Buenos Aires, Argentina, el 19 de febrero de 1937, o sea vivió solamente 59 años, podríamos decir que ni siquiera logró llegar a la tercera edad.
fue un cuentista, dramaturgo y poeta uruguayo.
Y además fue uno de los maestros del cuento latinoamericano, de prosa vívida, naturalista y modernista. Sus relatos a menudo retratan a la naturaleza con rasgos temibles y horrorosos, como enemiga de las circunstancias del ser humano, y en algún momento de la vida literaria, el señor HORACIO QUIROGA, fue comparado con el escritor estadounidense Edgar Allan Poe.
Pues al estilo de sus cuentos de terror humano, no de aparecidos ni fantasmas para que quede claro, ayer escuché en un conocido noticiero radiofónico local, a una afligida madre de quien por obvias razones y además por respeto a su dolor, omitiré su nombre, pero lo cierto, es que esta señora relataba una tragedia que parecía un cuento de HORACIO QUIROGA, la señora que lloraba desconsolada sin poder controlar su llanto, contaba a los reporteros el motivo de su dolor y el porqué no cesaba de llorar, aquí la historia:
Dijo la dolida señora que una hija suya, una pequeña de apenas 8 años de edad, esa edad en la que los niños y las niñas, son el gran amor de los padres, y en las que estamos más encariñados que nunca porque son inocentes y muy curiosos, porque están entrando a la edad de preguntar, de expresar su cariño por los seres que los rodean, en fin, esa edad en la que pasan a tercer año de primaria, y podríamos decir que dejan de ser los niños pequeños de primer y segundo año, para entrar a una especie de adultez infantil, porque ya no juegan con muñecos ni con barbies, como lo hacían antes, y empiezan a interesarse en la amistad de sus compañeritos de escuela, en sus familiares de la misma edad, con los que conviven.
Pues la señora en mención, relató que su pequeña hija de apenas 8 años de edad, empezó a sentirse enferma, dijo que le dolían los huesos muy feos y también el cuerpo entero, al parecer no toleraba que le tocaran la piel porque también le lastimaba su cuerpo con mucho dolor.
Ante tal cuadro de enfermedad de su pequeña, de quien también y con mayor razón omitiré su nombre, la madre acudió a la clínica 24 del IMSS, (Instituto Mexicano del Seguro Social), en donde la atendieron, pero al ver que la niña empeoraba, las autoridades de la clínica 24 del IMSS, la mandaron a la clínica uno, la que está ubicada por Insurgentes y Flores Magón, aquí en Tepic Nayarit.
Ahí la atendieron al estilo IMSS, que muchos de ustedes que son derechohabientes conocen muy bien, la niña siguió peor, ya para entonces se le había diagnostica a la menor, que tenía dengue hemorrágico, pero en un estado muy peligroso, o sea avanzado, no hay pormenores de la forma en que la cuidaron o aplicaron medicamentos a la niña en el IMSS número 1, pero lo que si dijo la madre llorosa, es que ahí le dijeron que puesto que su hija estaba grave, habían decidido trasladarla a Guadalajara Jalisco, pero la mamá, al ver que su niña estaba muy mal, y ver que el traslado era riesgoso, porque así había sido advertida, decidió cambiar a su pequeña al hospital Puerta de Hierro, que como ustedes saben es un hospital privado, es decir que cobra por sus servicios.
Ahí en el Hospital Puerta de Hierro, finalmente la niña de 8 años, murió, toda atención primeramente del IMSS 24, y luego del IMSS 1, y finalmente del hospital Puerta de Hierro, fue inútil, porque la niña murió en ésta última clínica.
Pero los problemas no terminaban ahí, ya muerta la niña, la madre pidió el cuerpo de la pequeñita para darle cristiana sepultura, para velarla en compañía de sus parientes, pero en el Puerta de Hierro, le dijeron que no podían darle el cuerpo de la niña, hasta que pagara la cuenta.
La cuenta según pude escuchar, oscilaba entre un millón y un millón y medio de pesos, y claro que la angustiada señora, no contaba con ese dinero.
Como ella mismo dijo, cuando decidió métela al Puerta de Hierra, fue por lo desesperado que se encontraba y porque obviamente buscaba la salud de su hija, obteniendo al final dos resultados funestos; la muerte de su niña y la deuda en el Puerta de Hierro de más de un millón de pesos, lo que provoca que no quieran entregarle el cuerpo de la pequeña.
La señora, llora, suplica, clama, ruega e implora que le entreguen el cuerpecito de su hija, para despedirla y darle cristiana sepultura, mientras tanto en los Derechos Humanos, le dicen que como el Puerta de Hierro, es una empresa privada, la Comisión Estatal de los Derechos Humanos, no tiene potestad sobre ellos, por lo que no pueden hacer nada, salvo orientar y acompañar a la afligida madre, para trámites legales, sin duda que una desgracia, llama a otra, y por eso la madre pide ayuda a quien se la pueda dar.
Terminaré esta columna, diciéndoles que en la vida de HORACIO QUIROGA, él termina suicidándose con cianuro, en el año 1937, y tres hijos que tuvo también se suicidaron, . Eglé un año después, en 1938, Darío en 1952 y María Elena en 1988, antes, la esposa de HORACIO QUIROGA, también se había suicidado, sin duda una vida de tragedias…hasta mañana
Más historias
Demetrio Vallejo Martínez, un honesto y verdadero líder de masas
Cadenas de mucho o poco conocimiento que se heredan en las familias
Salvar vidas sancionando