CON PRECAUCIÓN
Derrumbes y deslaves que infortunadamente cada día serán más
Por Sergio Mejía Cano
En las redes sociales salió un video en donde se mira una fuerte corriente de agua bajando por una de las laderas del cerro de San Juan; en dicho video se informa que sucedió en la tarde del pasado 10 de julio del año en curso, entre Las Brisas y Lindavista, en las inmediaciones de la capital nayarita.
Llama la atención esta corriente de agua, porque cada vez son más constantes estos escurrimientos en diversos puntos en temporada de lluvias, así como desprendimientos de piedra y tierra en el mismo cerro, y esto último, aunque no sea temporada lluviosa.
Respecto a los desprendimientos de piedra y tierra en diversos puntos del cerro de San Juan, pero sobre todo en puntos más cargados hacia el municipio de Xalisco, hay personas que dicen que se deben a tanto que han escarbado para sacar material para la construcción, que es, principalmente, lo que ocasiona la mayoría de los derrumbes; y si bien se dice que otros de los desprendimientos son espontáneos y naturales, también hay quienes dicen que no es así, sino porque con las escarbadas que se le dan al cerro, su mismo piso va perdiendo firmeza irremediablemente, Claro que sí se dan los derrumbes espontáneos y de forma natural, pero estos se dan cada determinado tiempo y, desde luego, en temporada de lluvias, mayormente.
En cuanto a desgajamientos y nacientes corrientes de agua, se dice que más bien se deben a la gran deforestación que está sufriendo este cerro en cuestión; una deforestación debido a que se están fraccionando diversas áreas para la construcción de asentamientos urbanos e inmuebles que sirven o servirán en el futuro para otros servicios. El caso es que la desgracia del cerro de San Juan se dio cuando se vio la posibilidad de fincar ahí todo tipo de inmuebles.
El hecho de los deslaves y derrumbes en cerros y montañas, está comprobado y probado que la mayoría suceden debido a la tala de árboles y todo tipo de vegetación para dar paso a vivienda de todo tipo; una devastación que no se debería de hacer en cerros y sus laderas, porque así sea la deforestación en planos llanos, aun así afecta el medio ambiente en forma muy severa afectando el clima y, obviamente, el subsuelo, porque al eliminar los árboles y la vegetación el agua escurre en vez de detenerse en forma natural en esos árboles y vegetación que ya se eliminó, lo que afecta en gran medida a los mantos freáticos que dejan de abastecerse de agua y por ende, contaminándose cada día más y más.
En el pasado cuatrienio que presidió Francisco Castellón Fonseca, este exrector de la Universidad Autónoma de Nayarit (UAN), dijo alguna vez que se tenían que hacer muros de contención para impedir que las corrientes de agua que bajaban por las laderas del San Juan; afortunadamente su idea no prosperó, y que bien, porque el remedio hubiese salido más caro, ya que según los expertos en agua, jamás se debe interrumpir el paso de una corriente de agua so pena de sufrir peores consecuencias en caso de que debido a esos muros de contención se llegara a estancar más de lo debido, porque habría que recordar que el agua tiene memoria y de inmediato tiende a buscar una salida y, esa salida podría estar en algunas partes en donde nunca hubo corrientes del vital líquido, por lo que tal vez llegaran se a inundar zonas que antes no se anegaban.
Y a propósito de derrumbes espontáneos o de forma natural, los antiguos ferroviarios de camino decían en determinado año que iba a haber derrumbes, pues estos se dan cada tres años. Al preguntarles los neo ferrocarrileros el porqué, los antiguos decían que por ejemplo en un año hay derrumbes, al siguiente, es decir, al primer año, se reafirmaba la tierra, al segundo año se aflojaba y al tercer año venían los derrumbes nuevamente. Y claro que tenían razón estos antiguos ferroviarios, porque en la otrora orgullosa ruta de la costa occidental, el Ferrocarril del Pacífico, que corría y sigue corriendo ahora concesionado, de Nogales, Sonora a Guadalajara, Jalisco, pasando, obviamente, por gran parte del estado de Nayarit.
Esta ruta se considera como zona de montaña de Guadalajara, Jalisco a Ruiz, Nayarit, porque la vía férrea corre a través de cerros y montañas atravesando parte de la Sierra Madre Occidental entre La Quemada, Jalisco e Ixtlán, Nayarit. Así que, para el personal de camino en esta zona de montaña no era desconocido esperar derrumbes cada cierto año y, como nunca falta el o los curiosos que se fijan cómo y por qué se dan los derrumbes se llegó a esta determinación.
Sea pues. Vale.
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