CON PRECAUCIÓN
Bienvenidas las lluvias
Por Sergio Mejía Cano
Llegó el temporal de lluvias a nuestro país, lo que en cierta forma y afortunadamente revertirá la sequía que ha estado azotando varias entidades del país, sobre todo en donde existen presas que según se ha documentado, algunas están en sus niveles más bajos, niveles que han generado alarma en gran parte de los pobladores cercanos a estas presas. Pero no nada más ha bajado el nivel de las presas, sino también de lagos, lagunas, ríos y otros humedales.
La llegada de las lluvias genera beneplácito en algunos sectores de la sociedad; sin embargo, en otros produce disgusto y preocupación, sobre todo en los comerciantes de los tianguis y vendedores ambulantes, pues el obvio que la caída de agua del cielo no los deja trabajar óptimamente. También causa disgusto en algunos propietarios y empleados de los negocios de autolavado, pues algunos propietarios de vehículos automotrices que acostumbran llevar sus autos a uno de estos lavados, prefieren no hacerlo porque de nada servirá limpiarlos, pues con la lluvia se volverán a ensuciar, así como al pasar sobre charcos o que otros autos los bañen de lodo.
Y a propósito de comerciantes, existe la posibilidad que también a algunos de los establecidos también les disguste la temporada de lluvias, y no porque los clientes no acudan como cotidianamente lo hacen, no, sino porque muchos de ellos no sacar sus mercancías para exhibirlas en la banqueta o colgada afuera de sus establecimientos, tal y como ya se ha hecho una costumbre común que, sin importar bloquear el paso de los peatones, ponen parte de sus mercancías -de todo tipo- en exhibidores en las aceras y, si es ropa, colgada de la marquesina.
Pero quienes tal vez renieguen más, son las personas que viven en partes bajas de la ciudad o que, sin serlo, cada temporal de lluvias sus barrios se inunden o se aneguen de cualquier forma debido a las corrientes de agua, sobre todo cuando la lluvia cae a raudales.
Un claro ejemplo de inundaciones cada vez que llueve, aunque no sea muy fuerte lo tenemos en las zonas aledañas y el entorno de la estación del ferrocarril, al oriente del centro de la capital nayarita, ya que, por ser partes bajas de la ciudad, la mayor parte del agua de lluvia que cae en el centro baja hacia esta parte de la estación. No por nada, por la calle Zapata, entre la calle Guadalajara y las vías del ferrocarril, la mayoría de las casas habitación en esta cuadra parecen ventanas debido a que sus habitantes les han levantado un muro de contención para que no entre el agua a sus casas; en otras casas cada vez que llueve colocan una especie de esclusa por lo mismo.
Sin embargo, afortunadamente y hay que decirlo, aproximadamente hace cuatro años que se construyó un colector por la calle Guadalajara, precisamente entre esta calle de Zapata y el boulevard Colosio que, en cierta forma y en gran medida, las tres últimas temporadas de lluvias ya no se ha inundado esta zona como antes, lo que indica que sí estuvo bien proyectado este colector, pues ha impedido que el agua ya no suba como anteriormente lo hacía; claro que cuando llueve mucho la corriente sí llena las calles, pero ya va para tres temporadas que no se mete el agua de lluvia a las casas. A ver si en esta temporada es igual, aunque por sí o por no, de todos modos, más vale la prevención, por lo que ya varios vecinos de la zona cercana a la estación del ferrocarril, ya tienen sus esclusas listas y preparadas, pues no vaya siendo.
Pero es como todo, el temporal de lluvias a mucha gente le agrada y a otras personas les disgusta tal vez sin ponerse a pensar que solo es una temporada, que la lluvia no cae todos los días del año; aunque sería preferible, pues para mucha gente es mejor sacar el agua y después secar y limpiar las casas, que estar secos y sin agua. El agua siempre será bienvenida, pues a pesar de que en ocasiones causa estragos, es preferible y no nada más en la ciudad, sino más en la zona rural, en los campos de cultivo, para que se regeneren los mantos freáticos, se limpie en cierta forma el río Mololoa en la parte que atraviesa la ciudad de Tepic, cuyos olores cada vez son más nauseabundos.
El problema ahora es que se ha informado a través de los medios que con estas primeras lluvias se inundaron zonas que anteriormente no sufrían inundaciones; sin embargo, también se ha informado que desde antes que comenzaran las lluvias, las autoridades correspondientes se dieron a la tarea de limpiar canales y zanjas, así como alcantarillas y resumideros.
Sea pues. Vale.
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