LA SERPENTINA
POR GUILLERMO AGUIRRE
La libertad de conciencia
**Para el gobernador del estado, Miguel Ángel Navarro Quintero, la libertad de expresión debe dar hasta donde la libertad de conciencia, alcance
Este viernes fuimos testigos de la entrega del premio estatal de periodismo, evento que tradicionalmente se realiza año con año para reconocer los trabajos periodísticos de los compañeros de los diversos medios de comunicación del estado.
En esta ocasión el evento fue encabezado por el gobernador del estado, el doctor MIGUEL ÁNGEL NAVARRO QUINTERO, quien como siempre, expresó un discurso ameno, ilustrativo y muy interesante sobre su experiencia en el trato con los medios de comunicación durante su actividad política.
En este importante acto, enmarcado en el “Día de la Libertad de Expresión” en México», el ejecutivo estatal reiteró su respeto a la comunicación directa y precisa y sin presiones, añadiendo que en su gobierno cuentan con una mano amiga que busca siempre atender por igual a las y los comunicadores. En su intervención, el gobernador del estado mencionó que el periodismo es sin lugar a dudas necesario para preservar los dos derechos humanos universales por excelencia, que es el derecho a la vida y el derecho a la libertad.
Luego agregó que, dentro de este derecho a la libertad, la libertad de expresión, no debe tener más límites que la conciencia que está dando el comentario exacto a la circunstancia que de manera verídica, se considera que está sucediendo después de un proceso de investigación, o de una percepción que inclusive, en ocasiones la vincula también a hechos reales en el ejercicio del poder público, por lo que las situaciones en Nayarit deben de mejorar a través del ejercicio de los periodistas.
Y fíjense que en este punto solo quiero agregar una opinión personal respecto a que la libertad de opinión no debe tener más límites que la conciencia, y parece que precisamente aquí empieza uno de los problemas principales respecto a hasta dónde puede llegar la libertad de conciencia.
Y es que la conciencia constituye el núcleo central y básico de la personalidad del ser humano, ella estructura la conformación ética de la persona humana, posibilitando la integridad moral del individuo y el libre desarrollo de su personalidad.
La libertad de conciencia protege el proceso racional, reflexivo, la elaboración intelectual del ser humano y su adhesión o no a concepciones valóricas o creencias, sean estas religiosas, filosóficas, ideológicas, políticas o de cualquier otra naturaleza, como asimismo a rechazar aquellas que considera erróneas; proceso que corresponde al fuero interno de la persona que tiene un carácter inviolable, el cual plantea una exigencia de comportarse exteriormente de acuerdo con tales concepciones.
En definitiva, es la facultad de toda persona para formarse su propio juicio, sin ningún tipo de interferencias; el derecho de pensar con plena libertad, lo que posibilita la propia selección o determinación de valores de acuerdo con los cuales formula su proyecto de vida y la conformación a dicho pensamiento de su actividad externa personal y social.
La libertad de conciencia protege el fuero interno de la persona humana, la integridad de su conciencia, como un derecho de defensa frente a las intromisiones de cualquier tipo que pretendan violentarla.
La conciencia constituye con el individuo una unidad indisoluble, la persona «es» tal con su conciencia, a diferencia de otros derechos, como la libertad de creencias, en que el individuo «adhiere» a una religión, filosofía, ideología o cuerpo de ideas. La libertad de conciencia exige asimismo al individuo una actuación externa conforme a sus propios juicios morales.
El problema amigos y amigas, es cuando algunos de nuestros colegas, ejercen el oficio sin esta conciencia que como ya les dije, es la que defiende el fuero interno de las personas y entonces, exageramos a la hora de dar cuenta de los hechos, a la hora de comentar una situación, porque la conciencia debe detenernos en un momento dado de utilizar nuestra libertad de expresión, con desparpajo, sin medir consecuencias, sin pensar que una palabra puesta en la nota publicada en el portal, o en el papel impreso, deliberadamente usada con mala fe, podría perjudicar para siempre a un padre o madre de familia.
Así que si bien, la libertad de expresión, garantiza nuestra libertad de conciencia, como en todas las cosas de la vida, todo es con equilibrios y valga la redundancia, con conciencia…felicidades a nuestros compañeros periodistas…hasta el lunes
Más historias
Rendición de Cuentas: Héctor Santana destaca avances y compromisos para Bahía de Banderas
VERÓNICA DELGADILLO GARCÍA ACOMPAÑA AL GOBERNADOR ENRIQUE ALFARO A LA ENTREGA DEL HOSPITAL CIVIL
A la basura siete órganos autónomos