Aún hay quienes añoran los viajes cómodos y descansados
Por Sergio Mejía Cano
Si bien el decreto presidencial para que vuelvan los trenes de pasajeros en la República Mexicana despertó buenas expectativas en gran parte de la población, sobre todo entre quienes llegaron a viajar en tren alguna vez, incluso quienes aún eran niños cuando se suspendió este servicio, pero que recuerdan como en sueños el haber viajado en un transporte cómodo y descansado.
Sin embargo, al parecer se presentarán varias reticencias para que el servicio de trenes de pasajeros vuelva a circular en nuestro país, pues ya se han oído voces que precisamente los concesionarios de las líneas férreas, sobre todo los extranjeros, serán los principales en oponerse debido a que los trenes de pasajeros no representarían buenas ganancias económicas y sí estorbarles a los trenes de carga que son los que dejan las ganancias. Pero habrá que esperar al menos hasta el 15 de enero del próximo año, fecha límite para recibir la respuesta de estos concesionarios para ver si quieren y prefieren aceptar la licitación propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), quien ha dicho que en caso de que los actuales concesionarios no quieran entrarle a favorecer este servicio para el país, entonces se lanzará una licitación para ver si hay inversionistas que acepten esta propuesta y si no, pues tal vez la reintegración del servicio de los trenes de pasajeros la lleve a cabo el Estado, pero con la salvedad de que como a esta actual administración ya no le tocará hacerlo, tal vez a la próxima administración federal le siga interesando esta iniciativa y decreto presidencial.
El servicio de los trenes de pasajeros mientras hubo en México jamás se manejaron con fines de lucro, sino más bien como un servicio social, atendiendo la máxima dicha en sus considerandos del presidente Lázaro Cárdenas del Río (1934-1940) cuando en 1937 nacionalizó los ferrocarriles: “Se establece el servicio de trenes de pasajeros, para satisfacer las necesidades de transporte para las clases más menesterosas”. Y si bien cuando corrían los trenes de pasajeros en México sirvió en gran parte para el transporte de las clases menos favorecidas económicamente, también hubo un servicio para gente más pudiente económicamente ofreciendo el servicio de coches dormitorio y de primera clase especial.
Así que precisamente por no ser un servicio que deje muchas ganancias que digamos, lo más probable es que pocos inversionistas quieran hacer caso de la licitación que lance el gobierno de México, por lo que lo más probable es que sea el Estado Mexicano quien tome las riendas para que vuelvan los trenes de pasajeros que en mala hora se suspendió su servicio. En caso de que los actuales concesionarios se llegaran a incomodar si se llega a restablecer el servicio de estos trenes de pasajeros, tienen que cumplir con la cláusula que ha mencionado AMLO y que dio pie para que se hablara de este servicio; aunque esta cláusula se ha dado a conocer ya a los cinco años de este sexenio, nunca es tarde, por lo que más vale tarde que nunca. Así que, si la próxima administración federal continúa con este decreto aplicándolo tal cual, posiblemente muchos integrantes del club de la senectud volvamos a mirar correr los trenes de pasajeros e inclusive abordarlos nuevamente, ya que es obvio que, para los jóvenes de la tercera edad, lo más óptimo para viajar, ya sea cerca o lejos, por donde se le quiera ver, lo mejor para viajar cómoda y descansadamente, es el tren.
La cláusula que mencionó AMLO y que originó todo esto no será muy difícil de aplicar, pues las vías férreas ya están y, lo más importante es que en sí, siguen perteneciendo a la Nación a pesar de estar concesionadas, por lo que el Estado Mexicano tiene todo el derecho de hacer uso de las mismas por así requerirlo el país. Pero el Estado Mexicano no nada más ocuparía las vías del ferrocarril para correr trenes de pasajeros, sino que tiene la posibilidad de modernizarlas aún más electrificando varios o todos los tramos, tal y como lo ha mencionado AMLO; y además, dándoles la seguridad a los actuales concesionarios que no deben temer por su concesión, la que será respectada tal cual; pero se tendrán que atener a lo que menciona esa cláusula que tal vez se les pasó a las anteriores administraciones o quizás se les hizo ya mucho exceso eliminar esa mencionada cláusula por considerarla ya en sí una verdadera y cruel traición a la Patria, pues sea como sea, los ferrocarriles siempre serán considerados como áreas estratégicas.
Sea pues. Vale.
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