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El fuero político solo para los legisladores y dentro de sus Cámaras

CON PRECAUCIÓN

El fuero político solo para los legisladores y dentro de sus Cámaras

Por Sergio Mejía Cano

Desde hace más de una semana que comenzó a circular en portales en internet de varios medios informativos, así como algunas redes sociales de los conocidos como youtuberos, la nota de que el diputado federal por Morena, Alfonso Ramírez Cuéllar, presentará una reforma constitucional para eliminar el fuero político de diputados federales, senadores, gobernadores y legisladores locales.

Por ejemplo, en el portal de El Universal, con fecha del 17 de marzo de 2025, se lee que el legislador, Ramírez Cuéllar, enfatiza que su iniciativa busca reformar los artículos 61, l08, 110 y 111 de la Constitución, “con el fin de garantizar que todos los ciudadanos, sin distinción de cargo, sean sujetos a las mismas normas y obligaciones ante la ley. No debe haber privilegios ni protecciones especiales para nadie”.

Y en cierta medida Alfonso Ramírez Cuéllar tiene razón, ya que el fuero político constitucional se ha desvirtuado en su esencia por lo que fue creado debido a que dicho fuero se ha extendido a la mayoría, si no es que prácticamente a todos los servidores públicos e incluso, se dice, que hasta a algunos funcionarios que, al igual de muchos de los señalados no tienen por qué gozar de fuero en ninguna forma, pues ya se ha visto que más ha servido este fuero, para que algunos de los servidores públicos evadan responsabilidades gozando de impunidad incluso hasta con pruebas fehacientes de lo que se les ha acusado; verbi gracia: Ricardo Anaya Cortés y Alejandro Moreno Cárdenas, conocidos en el bajo mundo como Ricky Canallín y Alito, respectivamente.

Está documentado históricamente que, el fuero político se instituyó en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos de 1917, para evitar en lo sucesivo que se atentara contra los legisladores, tal y como le sucedió al senador chiapaneco, Belisario Domínguez Palencia (1863-1913), cuando criticó y señaló al usurpador, Victoriano Huerta por el golpe de estado que infringió en contra del presidente constitucional, Francisco I. Madero, así como acusarlo del asesinato de este junto con el vicepresidente, José María Pino Suárez; palabras que, obviamente, no gustaron al golpista jalisciense, por lo que se dijo en su momento y más confirmado con el tiempo, de que Victoriano Huerta sí era el responsable de lo sucedido a Madero y Pino Suárez.

Así que, por lo mismo, en el artículo 61 constitucional se plasmó originalmente que “Los diputados y senadores son inviolables por las opiniones que manifiesten en el desempeño de sus cargos y jamás podrán ser reconvenidos por ellas (…). Diputados y senadores únicamente es lo que originalmente señaló nuestra Carta Magna, sin nombrar a otros servidores públicos; sin embargo, tal vez por conveniencia y, desde luego, protección en alguna forma, tal y como se ha visto y comprobado en tiempos más cercanos, este fuero que se creó única y exclusivamente para los legisladores, se extendió hacia otros servidores públicos.

Está tan desfasado dicho fuero político constitucional debido a que, si originalmente fue para proteger a los legisladores por lo que digan o hagan en tribuna, hoy en día hasta presumen su fuero así se vean involucrados en algún accidente automovilístico o por una falta administrativa como orinar en la calle, como sucedió alguna vez allá a principios de la década del 2000 con el guerrerense, Félix Salgado Macedonio, entonces siendo diputado federal por el PRD, cuando circuló un video en una televisora en donde se le ve en posible estado etílico y acompañado de una mujer que es la que alega que “el diputado tiene fuero”; y esto porque unos policías lo querían detener por estar orinando un una jardinera en el centro de la Ciudad de México.

O como cuando se televisó también, ya hace algunos años, la detención del niño verde, Jorge Emilio González Martínez que, al ser detenido en uno de los retenes conocidos como “El torito” con marcado aliento alcohólico, según se dijo, de inmediato fue liberado porque alegó ser senador por el Partido Verde; algo que, de haberle sucedido a cualquier otro ciudadano de a pie, se queda encerrado porque se queda.

Así que, queda claro que se le debe poner atención a esta iniciativa para que se elimine el fuero y quede tal y como originalmente se creó y se ideó; pero que quede la protección para los legisladores única y exclusivamente para lo que digan o hagan en tribuna y, una vez fuera del Palacio Legislativo o de los Congresos Estatales, ese fuero constitucional se quede dentro de las Cámaras.

Sea pues. Vale.

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