LA SERPENTINA
POR GUILLERMO AGUIRRE
Ironías de la pobreza
El IPROVINAY ayuda con terrenos a gente que vive en situación de calle, pero como construyen con materiales que juntan, sus casas se les queman y si situación continúa.
Bien dicen que al que tiene poco, aun de lo poco que tenga se le quitará, este proverbio se usa cuando se habla de la parábola de los talentos en la Biblia, pero bien podría aplicarse a la información que dio el director del Instituto Promotor de la Vivienda de Nayarit, el maestro MANUEL FONSECA ALTAMIRANO, quien precisó que la institución a su cargo, que dicho sea de paso, es un organismo público que se encarga de la vivienda en el estado de Nayarit, está donando terrenos a familias en situación de calle.
Claro, usted dirá que como saben quién sí o quién no, está en situación de calle, pero para contestar esta pregunta, el señor FONSECA ALTAMIRANO, señala que a quienes el IPROVINAY está ayudando con terrenos, son personas o familias que literalmente vivían en la calle.
Sí, así como usted lo lee, dice el director de IPROVINAY, que encontraron por ejemplo familias enteras durmiendo debajo de puentes, en banquetas donde existía un buen techo saliente que las cobijara del sereno nocturno, o simplemente en lugares solitarios.
Refiere el señor FONSECA ALTAMIRANO, que la institución a su cargo, no podía permitir ver esa situación de familias completas, es decir, padre, madre e hijos, todos viviendo a la intemperie, sin mayores garantías de seguridad, que las que otorga la fe en Dios, esto último no lo dijo, pero es lo que seguramente estas familias vulneradas ya por una dolorosa jugada del destino, tenían que tener a diario, fe en que nada les pasaría.
Ahora imagine usted a un padre de familia, cuyo único sitio para tener reunida a su familia, es debajo de un puente, en donde roedores como las ratas, aprovechan para hurgar en la poca comida que puedan dejar en algún lugar dentro del puente, y en donde un niño o niña, tendrá que sufrir el pavor de enfrentar estos animales.
Lo cierto es que el director del IPROVINAY, dice que viendo estas familias a las que ni siquiera habrá que pensar en hacerles un estudio socio-económico, como manda la burocracia tecnocrática, pues su situación es literalmente de calle, él, optó por donarles terrenos de parte del IPROVINAY.
Una muy buena acción de parte del gobierno del estado, y del Instituto Promotor de la Vivienda de Nayarit, para esta gente a la que la vida les ha negado todo, y no obstante, tienen que enfrentarla así todos los días.
Pere hete aquí que a la pobreza le surgió otro problema por causa de esta misma pobreza, dice el titular del IPROVINAY, que ya con su terrenito en un lugar seguro, los beneficiados construyeron con lo que podían, y sus posibilidades les daba para hacerse una casa con palitos o pedazos de madera recolectados en alguna parte, o cortados de alguna rama de un árbol, con cartón, plástico, en pocas palabras con puros productos flamables, con puros artículos que fácilmente arden al contacto de cualquier chispa, y precisamente eso es lo que ha ocurrido en muchos casos lamentablemente.
Los posesionarios de estos terrenos construyen con lo que pueden, porque decir que con lo que tienen, sería exagerar, casi nunca o nunca tienen nada que les sobre, siempre viven al día y pensar en invertir en materiales para construcción, es algo que está fuera de su alcance.
Así que dice MANUEL FONSECA ALTAMIRANO, que ahora están buscando la forma en que el gobierno les auxilie con algún programa de construcción de vivienda, para que tengan un hogar seguro.
Desde luego que este programa de cobijar a los verdaderamente vulnerados, no vulnerables, debe seguir adelante, incluso algunos clubes de servicio y asociaciones civiles, deberían de pensar en estas familias, no digo personas, porque si usted un día camina por la noche en las calles principales o céntricas de Tepic, verá banquetas con personas que, bajo su cobija, duermen ahí porque no tienen a donde recurrir.
Realmente este es un gran trabajo de parte del IPROVINAY, al que esperamos se sumen más recursos, porque vivir una infancia como gambusino de la ciudad, debe ser no sólo doloroso, sino también muy triste…que sigan los beneficios para los necesitados, y que siga el gobierno sensible trabajando por los necesitados…hasta mañana
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