CON PRECAUCIÓN
Apego a las leyes mexicanas y no sumisión
Por Sergio Mejía Cano
Ahora con el envío o entrega, que no extradición, según la información oficial de 29 mexicanos relacionados con el tráfico de drogas hacia los Estados Unidos de Norteamérica (USA), por sus siglas en inglés) obviamente que tuvo que haber voces a favor y en contra tanto en las redes sociales, así como entre amigos, vecinos, conocidos y familiares; esto, al menos en al ámbito particular, desde luego.
Entre las voces y publicaciones en contra sobresale el comentario de que es un acto de sumisión de la presidenta, Claudia Sheinbaum Pardo (CSP), hacia los amagos del presidente estadounidense, Donald Trump a pesar de que constantemente afirma que hay cooperación, pero no sumisión. Sin embargo, el mismo fiscal, Alejandro Gertz Manero confirmó que esta entrega de prisioneros al gobierno de los USA está apegado a las leyes mexicanas y la Constitución General de nuestra República y, además, la misma presidenta, CSP, afirmó que existía el riesgo de que algunos de los enviados pudieran haber sido liberados debido a la corrupción tan evidente en el Poder Judicial y, que la entrega se dio no por algo que en su gobierno se hubiese decidido, sino que su gobierno se apoyó en una reforma a la ley de Seguridad Nacional que se hizo en el sexenio de Vicente Fox Quesada, seguida por los gobiernos federales subsecuentes.
Así que, el mismo Gertz Manero citó los artículos correspondientes de esta ley que sirvió para la entrega de estos mexicanos para ser juzgados en el vecino país del norte, anticipando a pregunta expresa que no se contempla que les vayan a aplicar la pena de muerte por así establecerlo en el tratado de extradición firmado entre ambos países: USA y México, respectivamente.
Esto de la pena de muerte, si bien no está contemplada en dicho tratado de extradición, tal y como están las cosas hoy en día en que se aclara cada vez más el desequilibrio mental del anaranjado mandatario gringo, todo podría suceder, pues Donald Trump está imparable en sus reformas no nada más en contra de los migrantes, sobre todo mexicanos y latinos, sino que ya su locura es tanta que hasta se ha proclamado rey, y no es broma, pues su imagen apareció en la revista Time luciendo una corona y, lo peor es que de acuerdo a analistas esta imagen la difundió la misma Casa Blanca. Y, por si fuera poco, se subió un video a las redes sociales en donde aparece una enorme estatua de Donald Trump en medio de la destruida Palestina siendo ya reconvertida en un emporio turístico no propiedad de los USA, sino del mismo enfermo mental, Donald Trump.
Así que tal vez por esta locura cada día más evidente del mandatario gringo, los mexicanos entregados a sus autoridades en varias ciudades estadounidenses esté persistiendo la incertidumbre y desazón sobre lo que les podría pasar, pues ya está más que comprobado que el orate color naranja no respeta las leyes de su propio país, así que menos resteará las de los demás países en el mundo; y menos ahora que ya se comparó a Napoleón Bonaparte diciendo que puede aplicar una máxima atribuida al emperador corzo-francés: “Quien salva a su país, no viola ninguna ley”. ¡Ande pues! Así que, en este tenor, ni la misma Constitución Política de los USA podría cumplir y hacer cumplir en determinado caso y, por ende, menos las Constituciones de otros países.
Y, a propósito de sumisión, si bien no es ético personalizar en un artículo de opinión, en lo particular desde que se autorizó la entrega mediante la extradición de mexicanos para ser juzgados en los USA, sí que se podría considerar como un acto de sumisión y más, cuando alguno de esos mexicanos jamás haya puesto un pie en los USA. Porque si uno o más de esos mexicanos que ahora están en posesión de las autoridades gringas esperando ser juzgados nunca han pisado suelo estadounidense, no se podría decir que delinquieron en aquel país, ¿o sí?
Bajando este tema a nivel de barrio, supongamos que uno de nuestros hijos le vende drogas o bebidas embriagantes al hijo del vecino de al lado, un vecino con alto nivel económico y con influencias de todo tipo y, aunque nuestro hijo jamás haya entrado a su casa, sino que le entrega la droga u otra cosa a través del cancel y, al enojarse el papá del drogadicto nos dice que le entreguemos a nuestro hijo para castigarlo, ¿cómo pues? Para eso está uno, para castigar a nuestro hijo, pero no tiene por qué hacerlo el vecino ¿o sí? Porque cosa diferente sería que el vecino agarrara a nuestro hijo en el interior de su casa ¿o no? Se dan casos.
Sea pues. Vale.
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