CON PRECAUCIÓN
Decepción de gran parte de la ciudadanía por los partidos políticos
Por Sergio Mejía Cano
Se entiende y es benéfico jamás perder el optimismo y no dejarse abatir por la desgracia, por más que esta sea palpable. Es un hecho que los partidos políticos, todos los que hay actualmente y otros que ya desaparecieron, no las tienen todas consigo en cuanto a preferencias y simpatías. Sin embargo, el optimismo de algunos dirigentes ya sea a nivel local y nacional sigue en pie con la salvedad de que tal vez se engañan a sí mismos; pero lo peor es que tratan no de contagiar de su entusiasmo nada más a sus correligionarios, sino a gran parte de la ciudadanía en general.
El Partido de la Revolución Democrática (PRD) que nació de una lucha ciudadana con la bandera del Frente Democrático Nacional, posterior a la supuesta diáspora del Partido Revolucionario Institucional (PRI) encabezada principalmente por Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, Porfirio Muñoz Ledo, Ifigenia Martínez, entre otros como Rodolfo González Guevara, ahora el PRD es un triste recuerdo para los que creyeron alguna vez que ahora sí iba a haber un partido que fortaleciera a la izquierda nacional tan perseguida y opacada por el sistema de opresión creado por el PRI, para que la voz disidente no tuviera espacios más que en forma clandestina o al menos suavizada nada más para dorar la píldora.
Supuesta diáspora, porque precisamente debido al comportamiento de debilidad de Cuauhtémoc Cárdenas al no proseguir en el reclamo al que lo llamaba gran parte del pueblo que le dio la mayoría de votos en los comicios para la Presidencia de la República en 1988, dizque para no manchar al país de sangre en caso de seguir la lucha para que se reconociera su triunfo y, posteriormente lo ambivalente del comportamiento de Muñoz Ledo del que se vio que solamente quería llevar agua a su molino y que, cuando vio que el PRD tomó fuerza ciudadana se echó para atrás al ver a su partido nodriza, el PRI, del que jamás se desprendió del todo, se metió a ayudar a Vicente Foz Quesada. Sin embargo, al ver el arrastre del movimiento organizado por Andrés Manuel López Obrador que devino en el partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), vio la oportunidad de seguir mamando de la ubre presupuestal y de nueva cuenta se dijo de izquierda; pero, al ver que no se le cumplían sus caprichos y ocurrencias, mejor dijo adiós también a Morena.
El descontento de gran parte de la población mexicana en contra del otrora partido aplanadora, el PRI, se dio desde siempre, incluso desde que el tata, don Lázaro Cárdenas del Río designó como su sucesor al general, Manuel Ávila Camacho, pues la gran parte del pueblo mexicano que había apoyado a Cárdenas del Río se desilusionó al ver que todo lo logrado por el general en su sexenio de 1934 a 1940 se iría al caño de la historia, lo que sucedió en cuanto Ávila Camacho tomó las riendas del país, por lo que si desde antes ya existía cierto descontento en la población, con el cambio ejercido por Manuel Ávila Camacho, ese descontento se acrecentó, pues si bien el Tata don Lázaro trabajó más apegado a la Constitución Política de 1917, como dice la canción: todo se derrumbó.
El desencanto sobre el Parido Acción Nacional (PAN) se dio no nada más en quienes se dejaron engatusar con el canto de las sirenas que lanzó Vicente Fox Quesada en su campaña política en donde puso énfasis en que aplastaría a las víboras prietas y toda clase de alimañas que estaban en Los Pinos y nada de eso ocurrió, sino que al contrario, su sexenio, así como el de su sucesor, Felipe Calderón Hinojosa, fue continuar con lo mismo del PRI, nada más que corregido y aumentado y más, con la guerra que declaró Calderón Hinojosa, una guerra que ensangrentó y sigue ensangrentando a nuestro país.
Así que ahora, por más optimismo que reine en el PRI y el PAN respecto a que en las elecciones de 2027 llegarán fortalecidos y con un gran apoyo ciudadano, queda claro que esto no es nada más que un sueño guajiro, pues si bien Morena también ha decepcionado a buena parte de sus simpatizantes y hasta de sus integrantes, son algunos de esos advenedizos los que han generado incomodidad en otros integrantes de Morena, sobre todo de los que formaron parte de su creación desde que inició el movimiento, pues muchos de estos integrantes originales del movimiento que se convirtió en Morena, se han visto desplazados por advenedizos que abandonaron a sus partidos nodrizas para acomodarse a plenitud en Morena desplazando a los iniciadores a quienes les han tumbado candidaturas y cargos dentro de Morena.
Sea pues. Vale.
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