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La otra cara “originaria”

LA SERPENTINA

POR GUILLERMO AGUIRRE

La otra cara “originaria”

**Dos niñas serranas de 12 años, embarazadas como consecuencia de un hecho de violación, llegaron al refugio de INMUNAY, debido a los usos y costumbres originarios, su destino es seguir teniendo hijos a granel

Ayer escuché la entrevista que le hicieron a la directora del Instituto para la Mujer Nayarita (INMUNAY), Margarita Morán, respecto a un par de niñas ni siquiera adolescentes, niñas de apenas escasos 12 años, de origen serrano, es decir que venían de regiones de pueblos originarios, y que estaban embarazadas, pero no sólo eran unas niñas sufriendo las consecuencias de tener ya un niño, ya que al parecer una de ellas ya tiene a su hijo, y lo cuida, con el plus casi casi normalizado en las zonas de pueblos originarios, de que fueron víctimas de abuso sexual.

De acuerdo a la señora MORÁN, si bien en el caso de estas niñas que ni siquiera habían salido de la escuela primaria, es decir que ni siquiera han cursado la escuela primaria, si bien, a ellas les puede beneficiar la reciente despenalización del aborto, porque podrían ser parte de una intervención para evitar que tengan esos niños, mismos que son a causa de violencia sexual, que dicho sea de paso, es muy normalizada entre los pueblos originarios, especialmente el nayare, lo más importante sería evitar el hecho del embarazo.

Ahora bien, como todos sabemos, aunque queremos no comentarlo, en la zona serraana, entre los habitantes de pueblos originarios, una cuestión casi normalizada es el maltrato a las mujeres, y conste no sólo allá, sino que esas mismas familias cuando se trasladan a asentamientos urbanizados, siguen con la misma costumbre.

Recientemente escuché la queja de una doctora del sistema de salud de México, decir que en la sierra, entre pueblos originarios, es sumamente difícil para una mujer que le entre a un tratamiento o cuidado anticonceptivo, se arriesga a ser repudiada por su marido, quien tiene derecho a tener tres o cuatro mujeres, y a ser la maltratada de la familia, de todas las mujeres la más torturada no sólo psicológicamente, sino físicamente.

Así que en una cultura en donde los padres, son capaces de vender a sus hijas por una carga de maíz, por unos burros, o por cualquier otra cosa que consideren que es más importante que sus hijas, ¿quién le va a dar valor a las mujeres?

Textualmente dijo la directora del Instituto para la Mujer Nayarita, “Nos han llegado adolescentes con un embarazo a término de una violación. Creo que nos falta información, porque la Secretaría de Salud debe atender esta parte de la violación en una niña de 12 años y no dejar que un embarazo llegue a término porque su cuerpo no está preparado, nos han llegado así al refugio y vemos las condiciones de una niña cuidando a otra niña”.

Y efectivamente, la señora MARGARITA MORÁN, tiene toda la razón, como es posible que se permita y se vea como una tradición o cosa normal, que no una niña, son docenas, muchas son las que sufren estas aberraciones de parte de sus familiares, apoyados en sus famosos usos y costumbres que no son otra cosa más que la patente de corzo para violentar a sus sufridas mujeres, tiempo ha que este abuso de menores en zonas serranas, por parte de hombres de pueblos originarios que permanecen impunes, debe ser no sólo investigado, sino castigado con todo el rigor de la ley.

Porque miren, quiero hacer una aclaración muy pertinente, las dos niñas embarazadas como consecuencia de un asunto de violación, son las que llegaron al albergue para que fueran auxiliadas por el INMUNAY, pero dos niñas con niños que ya salieron de su vientre, no son la muestra total de lo que realmente ocurre en la sierra Nayarit, y no puedo decir de otras regiones por la falta de datos.

Mencionó la señora MORÁN,  que las menores que han sido atendidas en el refugio han decidido continuar con el proceso. Sin embargo, se les da todo el apoyo para que puedan sobrellevar el proceso atendiendo principalmente el tema de salud.

Y es que estas niñas, por cuestiones también de cultura indígena, u originaria, como pomposamente se le dice ahora, no quieren deshacerse de sus bebés, los cuidan, pero es una niña, cuidando otra niña.

Lo más que se hace en el refugio para mujeres con situación de emergencia, es ayudarlas los meses que duran en dicho refugio, se les pone en condiciones anímicas, sobre todo físicas porque vienen con desnutrición, enfermedades,  “las sanamos y ellas regresan a su seno familiar o quien las pueda tener en resguardo, porque la violación normalmente viene de personas cercanas”, dice la Directora del INMUNAY, quien al expresar que la violación normalmente viene de personas cercanas, da a entender, que seguramente el camino seguirá para otros casos en la sierra nayarita, lamentable, muy lamentable, estas niñas de acuerdo a los usos y costumbres coras, están condenadas a cargar con una docena o más de hijos, tal como lo vemos en algunas zonas y calles de Tepic…a aplaudirles…hasta mañana

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