CON PRECAUCIÓN
Los golpistas gobiernos estadounidenses
Por Sergio Mejía Cano
Pues al parecer a los gobiernos de los Estados Unidos de Norteamérica USA, por sus siglas en inglés no les siguen cayendo nada bien los presidentes de otros países que no se acoplan a sus dictados o que se muestran renuentes a seguir sus instrucciones al pie de la letra; claro, sin importarles en lo absoluto que los habitantes de esos países en los que interviene de alguna forma pasen las de Caín o sean los que sufran lo indecible.
He ahí el clásico caso de la hermana República de Cuba, en donde para supuestamente hacer quedar mal al desaparecido comandante de las fuerzas revolucionarias, Fidel Castro Ruz se interrumpieron suministros de todo tipo hacia una isla que, prácticamente no tiene producción de casi nada más que tabaco y caña de azúcar. A los gobiernos gringos que comenzaron con un infame bloqueo contra Cuba, obviamente no les importó que la población pagara las consecuencias de un capricho imperial y por no poder dominar a un hombre, pero más a la mayoría del pueblo cubano, para que se doblegara y mostrara sumisión hacia el imperio yanqui.
Lo que sucedió en la isla mayor de las Antillas al menos les dio una seria lección a esos gobiernos gringos de antes y subsecuentes: cuando un pueblo apoya a sus gobernantes, es muy difícil hacerlos cambiar de opinión, ya que al no poder vencer a Castro Ruz, los gringos sopesaron la única posibilidad que tenían para volver a apoderarse de Cuba: una invasión por aire y tierra, aunque sabían que de hacer esto y una vez tomada la isla, tendrían que deshacerse de la mayoría de los habitantes que, estaba y está dispuesta a defender a sus gobernantes.
Sin embargo, los gobiernos gringos no quitan el dedo del renglón tanto en Latinoamérica como en otras partes del mundo. Ahora le están moviendo el tapete al presidente de Colombia, Gustavo Petro, a quien ahora, después de dos años de haber tomado posesión de su mandato lo están acusando por exceso de gastos de campaña; aunque pretextos nunca faltan, pues bien lo podrían acusar de muchas cosas, el caso es hacer el ruido necesario para justificar su derrocamiento; quitarlo por algo que hizo, hace o posiblemente hará que no les gusta a los gringos.
Esto de que posiblemente hará, es un pensamiento muy arraigado en gobernantes, congresistas y hasta algunos ciudadanos norteamericanos. En un video sobre Robert F. Kennedy, en donde un congresista dice que habría que tener muy vigilados a los afroamericanos, Kennedy le pregunta por qué, si no han cometido nada malo, a lo que el congresista le responde que existía la posibilidad de hicieran algo malo; en dicho video se ve que tanto Robert como los demás asistentes nada más se ríen ante esta respuesta del congresista.
Y, ante la posibilidad de que Evo Morales, expresidente de Bolivia vuelva a competir para la Presidencia de ese país y su posible triunfo, primero le mueven el tapete con el supuesto golpe de estado del actual presidente, Luis Arce, del que posteriormente se dijo que había sido un autogolpe, un montaje y al que primeramente se sumó en las protestas Evo Morales, aunque después se distanció ante la probabilidad de que precisamente todo haya sido un movimiento pactado para quemar al mismo Evo. Y ahora le sacan a colación un supuesto delito de estupro al haber tenido relaciones con una menor de edad, de la que se dice, hasta tuvo un hijo con esa menor de edad. Así que todo indica a aquello de te alineas o te alineas.
Y he ahí también el caso de Brasil, en donde a los gringos no les cayó nada bien el primer triunfo del actual presidente, Luiz Inácio Lula da Silva, por lo que fue destituido y hasta encarcelado; sin embargo, y como las cosas por su propio peso tienden a caer, helo ahí de nuevo ocupando la Presidencia de Brasil. Y luego también está el caso de Dilma Rousseff, quien no les cayó tampoco nada bien a los gobiernos gringos por lo que le escarbaron cualquier pretexto o motivo para su destitución. Pero más por estar identificada con el pensamiento de izquierda desde jovencita.
También está el caso de Rafael Correa Delgado, expresidente de Ecuador, quien se opuso férreamente a la instalación de bases militares estadounidenses en su país, por lo que una vez que dejó el cargo ha sido perseguido y denostado a más no poder. El caso de su oposición a esas bases militares se resolvió ahora con el estadounidense golpista de México que ahora ocupa la presidencia de Ecuador: Daniel Noboa.
Y no por nada los gringos traen en salsa a Nicolás Maduro, presidente de Venezuela.
Sea pues. Vale.
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