CON PRECAUCIÓN
El nepotismo no es nada nuevo en nuestro país
Por Sergio Mejía Cano
Ahora que se destapó a Andrés Manuel López Beltrán (Andy), hijo del presidente AMLO como posible contendiente para ocupar la secretaría general del partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), entre un grupo de conocidos, amigos y familiares no faltó quien señalara este destape como nepotismo, debido a que constantemente se ha dicho en diversos medios de información e incluso, el presidente lo ha destacado en su conferencia matutina, de que en el Poder Judicial existe un gran nepotismo.
Sin embargo, este señalamiento de que el que se haya pensado en el hijo de AMLO para ocupar un cargo en Morena no se ajusta con la definición de nepotismo tal y como lo señala la Real Academia de la Lengua Española (RAE), la que dice claramente: “Utilización de un cargo para designar a familiares o amigos en determinados empleos o concederles otro tipo de favores, al margen del principio de mérito y capacidad”.
Así que en este caso de que se haya pensado en Andy para la secretaría de Morena no aplica tal definición o acepción, porque, además, el muchacho tendrá que contender en una elección interna y sin haber sido designado por su papá aprovechándose de un cargo que está por dejar para siempre. No así con lo que ocurre en el Poder Judicial en donde se ha detectado que una sola persona del Poder Judicial cuanta hasta con 60 familiares trabajando ahí aprovechando el cargo que ostenta esa persona. Y así, tal vez por el estilo estén varios más entre ministros, magistrados, jueces y posiblemente hasta empleados menores que, aprovechando saber más de lo debido, hacen que se les dé empleo ahí a quien ellos designen, precisamente con la posibilidad de que varios de esos familiares estén al margen del principio de mérito y capacidad.
Pero el caso es que también la familia Monreal de Zacatecas, ha sido acusada de nepotismo recientemente por la senadora por el PRI, Carolina Viggiano Austria, pues señaló que varios de los familiares del hoy diputado federal, Ricardo Monreal Ávila, ocupan varios cargos públicos; pero aquí tampoco podría aplicar la acepción de la RAE, porque no han sido designados por un dedo mayor o por influencias ni siquiera se puede llamar como nepotismo el que la hija de Ricardo Monreal, Edna Catalina Monreal Pérez haya contendido para la alcaldía Cuauhtémoc en la Ciudad de México, porque tuvo que competir electoralmente y al parecer no ganó o está en duda su posible triunfo; así que si fuera nepotismo habría llegado a ocupar la alcaldía sin haber tenido ningún tipo de obstáculos, sino nada más por designación de su papá.
El mismo senador, Saúl Monreal Ávila le aclaró a la senadora Viggiano Austria que no es nepotismo que varios integrantes de la familia Monreal estén o hayan ocupado cargos públicos, pues cada uno de ellos por méritos propios se han ganado los cargos que han ocupado y ocupan actualmente y no por designación.
Desde luego que el nepotismo se ha dado de alguna forma en los tres Poderes de la Unión, en ocasiones abiertamente y otras en forma soterrada o bajita la mano y a veces hasta tratando de ocultar todo tipo de parentesco; sin embargo, tal y como suele suceder, la verdad sale a flote como una gota de aceite en el agua, por lo que algún día se llega a descubrir que en ciertos cargos hubo personajes que ocuparon cargos públicos por parentesco o ser familiares cercanos, lejanos o políticos. Así que esto del nepotismo no es nuevo en los tiempos recientes; pero si hablamos de un hecho contemporáneo, he ahí el orgullo del nepotismo del entonces presidente de la República, José López Portillo y Pacheco (1982-1988), cuando se refirió a su hijo, José Ramón y, desde luego, con la designación también de su hermana, Margarita, al ocupar la dirección de la Comisión de Radio, Televisión y Cinematografía (RTC). Así que no hay nada nuevo bajo el Sol.
En nuestro país existen familias que, por tradición, vocación o por seguir los pasos de los ancestros sus integrantes se dedican a un solo oficio. Hay familias de médicos, de contadores, de abogados, ingenieros, arquitectos, mecánicos, albañiles, ferrocarrileros, mineros, campesinos, pescadores, profesores y un largo etcétera de profesiones que por tradición familiar la mayoría de sus integrantes llegan a ejercer el mismo oficio, y no por eso practican el nepotismo.
Se dice que hubo una etapa en que en el magisterio sí se ejercía el nepotismo abiertamente cuando heredaban sus plazas a sus hijos, aunque esos hijos no tuvieran la vocación de la enseñanza.
Sea Pues. Vale.
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