CON PRECAUCIÓN
Poco a poco se consolida el tiempo de las mujeres
Por Sergio Mejía Cano
A ya casi 71 años (17 de octubre de 1953) que se publicó en el Diario Oficial de la Federación el decreto para permitir a las mujeres en nuestro país, votar y ser votadas, por lo que dos años después pudieron ya participar en las elecciones federales de aquel entonces. Y hoy en día, cuando está por ser nombrada oficialmente como presidenta de los Estados Unidos Mexicanos una mujer, Claudia Sheinbaum Pardo, se acrecienta cada día más de que es una realidad de que es el tiempo de las mujeres, no nada más participando en política, sino en diversas áreas antes ocupadas nada más por hombres.
Desde luego que aquella histórica fecha de hace 71 años sentó el precedente para que poco a poco se les fueran abriendo otras puertas a las mujeres. Si bien existen antecedentes de que antes de 1953 algunas mujeres ya participaban en determinada forma en la política mexicana, el hecho de que no pudieran votar ni ser votadas, en cierta forma las relegaba a segundo término, por lo que más bien trabajaban en un plano no oficial y a veces hasta soterradamente.
Sin embargo, ahora hasta en los primeros años del pleno siglo XXI, seguía predominando el género masculino, a tal grado que, en cierta ocasión, en el año 2009 se dio una situación en la entonces Delegación en Iztapalapa, del entonces Distrito Federal y hoy Ciudad de México, cuando se volvió noticia a nivel nacional de que unas mujeres electas por el voto popular renunciaron a sus cargos para que sus suplentes, que eran varones, cubrieran esos cargos. A estas mujeres que cedieron su lugar a hombres, se les dio por llamar como “las Juanitas”, debido a un evento anterior cuando se le negó la candidatura como jefa delegacional a la señora, Clara Brugada par contender para esa demarcación, por lo que se nombró como candidato por el Partido del Trabajo (PT), al señor Rafael Acosta Ángeles, más conocido en el bajo mundo de la política como “Juanito”.
Con el acompañamiento y asesoría del entonces excandidato a la Presidencia de la República en 2006, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), le dijo al candidato por el PT a la jefatura de la Delegación de Iztapalapa, Rafael Acosta (Juanito) que, en caso de ganar la elección cediera su cargo a la señora Clara Brugada, a lo que Juanito aceptó este compromiso. Así que, por lo mismo, a las diputadas locales que habían renunciado a sus cargos para que sus suplentes varones los ocuparan, se les denominó como “Las Juanitas”.
Este hecho dio pie para que en lo sucesivo se legislara al respecto y más, porque ya comenzaba a estar vigente lo de la paridad de géneros en los cargos de elección popular y, además, porque resultó ser muy obvia la casualidad de unas mujeres les hayan cedido su lugar a varones, rompiendo así lo especificado en aquello de la paridad de géneros; lográndose en lo sucesivo que si una mujer dejaba, renunciaba o pedía permiso a uno de estos cargos, la sustituyera otra mujer.
Así que, bajo este concepto, el colectivo, Mujeres en Voz Alta, en una rueda de prensa que se ofreció el pasado miércoles 28 del presente mes en conocido hotel al sur-poniente de Tepic, dio a conocer que se había entregado un pronunciamiento al presidente del Congreso Estatal de Nayarit, Salvador Castañeda Rangel, en donde se solicita que la vacante generada por la diputada, Irma Magdalena Lora Briseño y, por la dimisión al cargo de la suplente, Michelle Bugarín, esa vacante sea cubierta por otra mujer, siguiendo la fórmula de mujeres de la lista de representación proporcional, presentada por el Partido Verde Ecologista de México.
Aunado al colectivo Mujeres en Voz Alta, están también otras organizaciones civiles como Pro Igualdad e Inclusión Social, Mujeres Caminando por Nayarit, Integración Nacional de Mujeres, Aralia, así como Hilvanando Nuevos Horizontes, organizaciones signan el documento fundamentado jurídicamente, en donde se plasman diversos artículos de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, así como del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, de la Convención sobre Derechos Humanos, Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Contra la Mujer, Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer de Belém Do Pará e igualmente, de la Declaración Universal de Derechos Humanos.
El colectivo Mujeres en Voz Alta, así como las demás organizaciones civiles en pro de los derechos de la mujer están integradas por mujeres de diversos sectores de la población.
Sea pues. Vale.
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