CON PRECAUCIÓN
Dos temas que tal vez queden sin resolver en este sexenio que termina
Por Sergio Mejía Cano
Recientemente se documentó en la mayoría de los medios de comunicación y portales de internet dedicados a dar noticias políticas, que se habían terminado las pláticas entre los padres de familia de los 43 estudiantes desaparecidos en Ayotzinapa, Guerrero, con el presidente, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), sintiéndose claramente decepcionados no nada más estos padres de los estudiantes, sino varios sectores de la población, ya que desde que había triunfado AMLO en las elecciones presidenciales en 2018, se habían generado muchas expectativas de que por fin se llegaría a la verdad de todo este fatídico asunto.
Sin embargo, al parecer no se llegó a nada concreto, si acaso a despertar esperanzas que con el tiempo se fueron diluyendo al no ver resultados positivos; si acaso sí alguno que otro señalamiento de varios involucrados y posibles responsables, pero sobre todo, al desvanecimiento claro de aquella «verdad histórica” al demostrarse fehacientemente que todo obedecía a un vil montaje que nada más contribuyó a enredar más todavía todo ese entramado que se armó desde que desaparecieron los estudiantes.
Ojalá y en la próxima administración que iniciará el 1 de octubre se siga abocando en la investigación y poco a poco ir obteniendo resultados veraces; más, respecto al paradero de los estudiantes, en dónde están o que se hizo con ellos, porque ese cuento de que fueron incinerados en un basurero, quedó demostrado claramente que había sido una patraña. Aunque, claro está, que sí existe la posibilidad de que los estudiantes de Ayotzinapa sí hubiesen sido asesinados y desaparecidos de alguna forma, hasta tal vez en hornos crematorios clandestinos o no; crematorios que a lo largo de 10 años obviamente que ya no tendrán evidencia alguna de aquellos cuerpos que pudieron haber sido incinerados, disueltos en ácido o hasta haber sido aventados al Mar cuando desaparecieron, tal y como recientemente se ha documentado que sucedió en la llamada “guerra sucia” entre los años 1967 y 1990.
Sin embargo, en caso de que se siguiera investigando para tratar de llegar al fondo y conocer o se sepa qué pasó con los estudiantes, tal vez ocurra lo que según algunos analistas refieren que sucedió en este sexenio: se toparon con un fuerte y macizo muro color verde olivo, lo que impidió no nada más a los investigadores de este caso, sino hasta a las más altas autoridades gubernamentales de poder avanzar algo más en este asunto.
Hay voces que indican que no por nada el señor Alejandro Encinas se tuvo que retirar de la subsecretaría de Gobernación, pues estaba escarbando mucho, lo que molestó mucho a alguien o varios que visten uniformes con galardones, medallas y estrellas.
También quienes se sienten muy desilusionados y perturbados son los trabajadores ferrocarrileros quienes desde hace ya más de 26 años exigen justicia y respuesta a sus demandas laborales al quedar en la calle sin trabajo ni futuro con la concesión de los Ferrocarriles Nacionales de México a la Iniciativa Privada.
Y también cuando triunfó AMLO en 2018, despertó buenas expectativas entre el gremio ferroviario al pensar que ahora sí se resolvería el asunto de las demandas laborales y llegara la justicia, recibiendo, si no su trabajo en los ferrocarriles, al menos una justa retribución económica, así como reconocimiento de sus anteriores derechos de antigüedad para así, llegar a obtener una pensión en el IMSS, ya que las semanas que habían cotizado se habían detenido sin la posibilidad de poder recuperarlas debido a la edad y por lo mismo, no ser aceptados en otras empresas o trabajos.
Debido a las expectativas que despertó la llegada de AMLO a la Presidencia de la República, en la conferencia matutina de AMLO constantemente varios periodistas y reporteros le hablaron de este asunto al presidente quien en realidad sí puso atención, por lo que ordenó a la entonces secretaria del Trabajo, Luisa María Alcalde Luján que atendiera lo de las demandas de los trabajadores ferrocarrileros; sin embargo, si bien hubo mesas de trabajo no se llegó a nada. Y, a propósito de Alejandro Encinas, este también se abocó a este asunto, pero como que le llegó a enfadar, pues comentan algunos compañeros y se llegó a ver en videos personales, que llegó a poner mala cara cuando veía a los ferroviarios esperándolo a las puertas de Bucareli.
Con Adán Augusto López Hernández como secretario de Gobernación fue peor, pues nada más les dio largas tal vez queriendo nadar de a muertito y ahí se ven.
Sea pues. Vale.
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