CIR Informativo

Compartimos Información Relevante

La capital nayarita es eminentemente comerciante

CON PRECAUCIÓN

La capital nayarita es eminentemente comerciante

Por Sergio Mejía Cano

Es evidente que cada día crece más y más el número de vendedores ambulantes en la ciudad de Tepic, Nayarit; vendedores a los que se mira arrastrando carretillas de las que se utilizan en el ramo de la construcción, en donde llevan frutas diversas tanto de temporada y locales, así como de otras entidades.

Y a propósito de entidades, se ve que estos vendedores que deambulan por las calles del Centro Histórico de la capital nayarita y, algunos más apostados en diferentes esquinas no son nativos de Tepic o de algún municipio del estado de Nayarit, lo que se comprueba al preguntarles de dónde proceden, la mayoría responde que son de Oaxaca, aunque hubo un señor que estaba en la esquina de la calle Querétaro y Lerdo que, para nada parecía ser oriundo de Oaxaca, pues era alto de estatura y de piel clara, así que cuando se le preguntó dijo proceder del estado de Hidalgo, pero que tenía su residencia familiar en San Luis Potosí.

Claro que no es por denigrar la apariencia de la mayoría de las personas oriundas de Oaxaca, porque por lo regular son de tez morena y bajos de estatura, aunque es obvio que, como pasa en la mayoría de los estados de la República Mexicana, existe ya una clara revoltura de sangres que ha creado un mestizaje cada vez más acentuado en nuestro país.

Se entiende que cada quien se puede buscar la vida trabajando en lo que sea mientras no sea ilícito, así que estos comerciantes que arrastran una carretilla con frutas tratan de ganarse la vida de algún modo y sin ser ilícito; y si bien habrá quien diga que andan en forma ilegal tal vez por no contar con el permiso municipal correspondiente, en sí no le hacen daño a nadie, aunque se diga que hacen competencia desleal a las fruterías establecidas. Pero también la gente tiene derecho de comprar en donde se le dé la gana y, si prefieren comprarles a estos carretilleros, pues están en todo su derecho, aunque esos vendedores de las carretillas den más cara la mercancía que ofrecen, quien les compra a ellos se tienen que atener a sus propios bolsillos, así que, como se dice coloquialmente: cada quien.

En cuanto a mexicanos oriundos del estado de Oaxaca, de los que muchos de ellos ya tienen bastante tiempo establecidos en Tepic, es bueno recordar que, en el trienio del economista, Raúl Mejía González, quien reformó parte del Centro Histórico, quitando definitivamente a los vendedores de puestos semifijos en los portales del otrora hotel Bola de Oro, eliminando también los llamados tiraderos que se ponían por la calle Puebla, casi esquina con la calle Lerdo y así, reubicarlos en el ahora llamado Pasaje México en un inmueble que, durante años fue una academia de taquimecanografía, la mayoría de las personas que ocuparon los neo puestos ahora en el Pasaje México fueron originarios de Oaxaca y casi ya no los antiguos propietarios de los puestos de madera que habían estado durante décadas en los portales Bola de Oro.

Hoy en día muchos de los descendientes de aquellos oaxaqueños que se establecieron en el Pasaje México ya nacieron en Tepic, aunque tal vez muchas de estas familias no han querido revolver su sangre con mestizos, pues siguen teniendo los mismos rasgos de sus ancestros.

En la capital nayarita residen personas oriundas de otras entidades de nuestra República ya desde hace décadas; sin embargo, llama la atención que, por ejemplo, las personas que han llegado del sur del país no se hayan quedado en Guadalajara o como estos oaxaqueños que han hecho su vida en la capital nayarita que no fueron absorbidos por el otrora Distrito Federal, hoy Ciudad de México o que se hayan quedado en Guadalajara, Jalisco, ciudad que cuenta con mucha industria, fábricas y empresas de todo tipo en donde constantemente se ocupa mano de obra; no, pues así como los oaxaqueños, también hay gente de Michoacán, Guanajuato, Querétaro y, hasta del mismo estado de Jalisco que, en vez de mirar hacia la Ciudad de México o a la capital jalisciense que decidieron establecerse en Tepic, Nayarit, una ciudad que no cuenta con una industria latente y en crecimiento, sino que más bien se caracteriza por el comercio, así como la agricultura y la pesca.

Así que también llama la atención que, si la mayoría de los habitantes de Tepic se dedican al comercio, constantemente se estén criticando unos a otros, supuestamente por ser unos establecidos y otros no. Se debe entender siempre que para todos hay y que cada quien tiene ya su cartera de clientes y que lo que les toca en ventas, les toca.

Sea pues. Vale.

About Author