CON PRECAUCIÓN
El posible regreso de la Policía Nayarit
Por Sergio Mejía Cano
Al parecer la “policía Nayarit” está de regreso, pues cada día se miran más elementos policíacos en la capital nayarita con el rostro cubierto totalmente, algo que fue un distintivo de aquella policía que fungió en el sexenio gubernamental de Roberto Sandoval Castañeda y su terrible fisca, Edgar Veytia.
Se supone que todos los elementos policíacos deben ser plenamente identificables estando en funciones, para que así la ciudadanía pueda constatar fehacientemente quienes son y a qué corporación pertenecen; sin embargo, muchos de estos elementos ya se parecen a aquella tristemente célebre policía Nayarit, que muchos sinsabores dejó en gran parte de la población quizás no solo en Tepic, sino en todo el estado de Nayarit.
En su tiempo se llegaron a documentar infinidad de abusos de aquella policía comandada por el fiscal Veytia y, si no hay denuncias al respecto o si las hay, tal vez pasaron a formar parte del sueño de los justos, posiblemente se deba a que muchas de las denuncias de abuso de autoridad presentadas en contra de los elementos de la policía Nayarit, fueron retiradas al ser amagados los denunciantes indicándoles que sería mejor que retirara sus denuncias so pena de padecer algo más de los daños ya sufridos.
Se entiende que si andan cubiertos del rostro los elementos policíacos tal vez así lo hagan por la misma seguridad de ellos mismos, pero ¿y la seguridad de la ciudadanía en dónde queda? Y esto porque en caso de que un ciudadano sufra algún tipo de abuso de autoridad no podrá identificar a los policías que le infringieron sus derechos y garantías individuales, ya que, si se trata de que el ciudadano los identifique, obviamente no podrá hacerlo al no poder mirarles el rostro.
Se ha informado constantemente que los elementos policíacos reciben capacitación para ofrecer un mejor servicio a la población, y se dice también que, entre esa capacitación se les dan cursos de derechos humanos; pero se supone que también deben protestar guardar y hacer guardar la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y la Constitución del Estado de Nayarit y las leyes que de ella emanen. Y es probable que ninguna ley obliga a los elementos policíacos a cubrir su identidad, porque entonces habría algún tipo de ambigüedad respecto a que los elementos policíacos tienen que ser y andar plenamente identificables.
Así que, si algún jefe policíaco les ordena cubrirse el rostro y que la población no pueda leer con facilidad su identificación, entonces este supuesto jefe policíaco ya estaría violando las mismas leyes que juró cumplir y hacer cumplir o si ese jefe no ordena que se cubran el rosto sus elementos, entonces quienes caerían en delincuencia serían esos elementos que andan en servicio con el rostro cubierto. Sin embargo, si esos elementos a los que se les ordena tener que andar con el rostro cubierto cuando estén en servicio se niegan a cubrirse el rostro y su nombre del uniforme, podrían en todo caso denunciar a ese jefe que los está obligando a cubrirse el rostro. Obvio que esto suena a una utopía, pero sería en todo caso lo más correcto que podría hacer un elemento policíaco que en verdad tenga convicción de policía -de cualquiera corporación- y ser sensato consigo mismo y su afán de servidor público.
Al andar cubiertos del rostro los elementos policíacos en cierta forma generan intimidación en gran parte de la sociedad, pues tal y como están las cosas de que se han descubierto personas disfrazadas de policías, soldados, marinos y ahora hasta de la Guardia Nacional, así como haber detectado vehículos de todo tipo clonados, pues mucha gente al tenerlos y mirarlos de cerca, de inmediato dudan si son ficticios o verdaderos. Y esto no es piña ni romanticismo en lo absoluto, pues hay infinidad de datos documentados de casos referentes a delincuentes disfrazados de policías o de cualquiera otra corporación encomendada a la seguridad de la población y del país.
Si acaso los elementos policíacos a los que obligan a cubrirse el rostro se llegaran a negar a hacerlo, se harían un gran favor a su propia salud, ya que el material con que se cubren la cara es sintético, un material que está comprobado, es enemigo acérrimo de la piel, por lo que tener que soportarlo durante varias horas no permite respirar la piel y si es temporada de calor la exudación del mismo cuerpo podría causar un daño grave a la salud de quien traiga durante tanto tiempo el rostro cubierto con plástico derivado por lo regular del petróleo.
Sea pues. Vale.
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