Posibles consecuencias por abrazos, no balazos
Por Sergio Mejía Cano
Es posible que al oír la frase emitida por el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) sobre “abrazos, no balazos”, sus adversarios que bien podrían ser considerados como enemigos se hayan agarrado de ahí para darle la contraria en el entendido de que para todo hay gente y, entre esta gente quienes estén dispuestos a prestarse a balacera personas sin ton ni son.
Podría sonar descabellado, pero es probable que entre esos adversarios con gran poder económico hayan contratado pistoleros y así hacer quedar mal a AMLO tratando de hacerle ver tanto a él mismo como a gran parte de la población que el no reprimir a los grupos delincuenciales como muchos quisieran, no era lo más viable, que se necesita seguir bañando de sangre al país para poder seguir importando armamento con la satisfacción de los armamentistas extranjeros, sobre todo de los Estados Unidos. La masacre en el municipio de Salvatierra, Guanajuato, por donde se le quiera ver no tuvo razón de ser y menos por el pretexto que se ha dicho que fue el motivo por lo que entró gente armada a asesinar a los asistentes a una posada nada más porque no se les permitió la entrada a la misma. Entre todas las líneas de investigación la menos probable podría ser la que se dice de que por no dejar entrar a gente extraña hubo venganza, ya que, de ser así, las masacres por este motivo aumentarían más en esta temporada de posadas a las que llegaran personas desconocidas y al no permitirles la entrada, se retiran para después llegar armados oyéndose una voz gritando: “mátenlos a todos”.
Lo malo de todo esto es que esta masacre en Salvatierra no se puede decir que sea un hecho aislado, pues en varias entidades del país se han dado casos similares y, peor aún, es que se revictimice a los asesinados tachándolos de haber estado envueltos en asuntos de drogadicción, tal y como señaló el mismo AMLO con los cinco jóvenes asesinados en Celaya, precisamente en el estado de Guanajuato, para variar; craso error del presidente al decir a priori que habían asesinado a los jóvenes por un asunto de drogas, porque aunque se diga que un presidente de México es el más informado, también puede ser el más engañado de parte de sus achichincles, por lo que tal vez a alguno de estos achichincles se le hizo fácil decirle a AMLO que los muchachos sacrificados estaban envueltos en asuntos de drogas. Esta expresión de AMLO de inmediato la tomaron sus adversarios comparando el mismo dicho al del entonces presidente Felipe Calderón Hinojosa (2006-2012), cuando el ejército mató a dos estudiantes del Tecnológico de Monterrey y Calderón Hinojosa afirmó que los estudiantes eran delincuentes o que pertenecían al crimen organizado, lo que a la postre resultó ser de lo más falso, pues se demostró que los asesinados eran excelentes estudiantes y gente de familia honesta.
Es triste lo que pasa en nuestro país en cuestión de inseguridad; pero lo más triste es que existe la posibilidad que todo es una estratagema de algunos adversarios de AMLO para dar al traste con su lema de “abrazos, no balazos”, y no es muy descabellado pensar en esta posibilidad en el entendido de que hoy en día todo puede ser posible en nuestro país, pues hay muchos ricos que podrían ser capaces de hacer hasta lo imposible por desestabilizar al país apoyados quizás, por organizaciones extranjeras a quienes no les gusta el populismo que le ha ganado simpatías en gran parte de la población a AMLO por los programas sociales emprendidos; pero sobre todo, por el sistema de Bienestar en cuestión de Salud que pretende que los servicios médicos le lleguen a toda la población sin estar afiliados al IMSS ni al ISSSTE.
Lo mismo que el sistema educativo, ya que para los capitalistas tanto nacionales como gringos, los sectores de Salud y Educación significan ser negocios con ganancias y no lo consideran como un derecho público, baste recordar que los servicios médicos son muy caros para la mayor parte de los estadounidenses, así como las carreras profesionales.
Recordemos también la frase tan conocida de que los Estados Unidos no tienen amigos, tienen intereses, por lo que si los gobiernos gringos ven en peligro sus intereses de inmediato toman cartas en el asunto.
Un caso claro ha sido que ahora sí los gringos permitieron la rehabilitación ferroviaria en el istmo de Tehuantepec debido a que el canal de Panamá ya es insuficiente, por lo que ahora no protestaron, pues les interesa el istmo, al que dejaron caer para favorecer al canal de Panamá. Sea pues. Vale
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