Juguetes mortales

LA SERPENTINA

POR GUILLERMO AGUIRRE

Juguetes mortales

**Otra tragedia escolar de primaria, un niño que llevaba una pistola de verdad para jugar en el recreo, mató accidentalmente a su amiguito, es la violencia de películas que ven.

Cada que escucho las diversas y severas críticas contra los operativos de revisión de mochila, que eventualmente pretenden hacer las autoridades de seguridad ciudadana, apoyadas por supuesto por las autoridades educativas, saco por conclusión que quienes están en contra de este tipo de revisiones preventivas para vigilar y controlar el acceso de todo tipo de objetos o productos que dañen la vida escolar, son precisamente quienes consumen o usan estos productos u objetos.

Antier ocurrió otro lamentable caso en donde se vio involucrado un alumno de primaria de 11años de edad, por la edad deduzco que estaba en quinto año, o quizá sexto.

El estudiante era alumno de la primaria Miguel Hidalgo, ubicada en la comunidad de San Isidro Miranda en el municipio de El Marques, en el estado de Querétaro.

Y en su mochila llevaba una pistola para jugar en el recreo, claro que lo notable de este caso es que la pistola no era de juguete, era de verdad, así que en un momento dado, el niño, hoy ya asesino, palabra fuerte que con todo y pena es la adecuada técnicamente para darle una figura jurídica, pues en un momento dado el pequeño, saca de la mochila su pistola, y se la presume a un amiguito, ambos curiosean el arma, el que llevaba la pistola, le dice dónde se le mueve para que dispare, y le da explicaciones de cómo funciona la pistola.

En un momento dado, el dueño de la pistola, o sea el alumno de primaria que llevaba el juguete de verdad, acciona el gatillo para decirle a su amiguito dónde se le aprieta para que dispare, y al apretar el gatillo sale la bala, la bala le pega en el pecho a su compañerito de la escuela primaria “Miguel Hidalgo”, y dada la distancia, quizá unos 30 o 40 centímetros de retirados uno de otro, el amiguito que como ya dije, recibe el disparo en el pecho, muere casi de inmediato.

Los niños que se dieron cuenta de este muy lamentable hecho, señalan que presuntamente el menor estaba manipulando la pistola a la hora del recreo pues jugaba con el amiguito, cuando el arma se activó y ocasionó que se disparara.

Ustedes amigos lectores, ya se han de imaginar, todo el caos, la confusión, la histeria, las lágrimas, y demás manifestaciones de sentimientos que se dan en estos casos, y precisamente ante la conmoción, una profesora dio aviso al número del 911, los servicios de emergencia acudieron al plantel educativo para tratar de salvarle la vida al menor herido en el pecho.

Sólo pudieron confirmar que falleció en el sitio. Los padres de familia al ser notificados acudieron alarmados para recoger a sus hijos.

Era caótico el ambiente en esa escuela, dicen algunos padres de familia, que primero escucharon las ambulancias y se oía mucho ruido, y pues como la escuela está fácilmente localizable en ese pueblo de San Isidro, la mayoría fue a ver qué había pasado.

Primero habían dicho que un niño se había desmayado y no reaccionaba, pero ya otros comentaban que se había escuchado un disparo, para entonces en los grupos de whats app que ahora existen dentro de cada salón, se les avisó a todos los papás que pasaran a recoger a sus niños, la tragedia ya había ocurrido.

Muy bien, ya tenemos pues, otra desgracia causada por la facilidad con la que los padres de familia que tienen armas de fuego, las dejan en la cama, en el closet, a veces en la sala, y claro, la curiosidad de los pequeños siempre será parte de estas tragedias, ven las películas en donde los detectives, o los matones a sueldo llamados sicarios, utilizan las pistolas y quitan la vida a determinados personajes, pero luego estos mismos personajes aparecen en otras películas usando las pistolas y matando gentes, gentes o sea actores que vuelven a tener vida por n veces en otras filmaciones, así que el mundo fantasioso de los niños se va forjando en forma muy irreal.

Para colmo de males, no pocos de estos niños que han sido protagonistas de hechos de sangre, tienen padres que cuentan historias de violencia, historias de que con el arma que tienen en la casa, le quitaron la vida a tal o cual enemigo, así que el caldo está listo para el puchero, como se dice en Colombia, y en el caribe, es decir, todo es propicio para que ocurra la desgracia.

Por otra parte, me parece de pésimo gusto, y de forma verdaderamente dolosa que algunos padres de familia, de inmediato se quieran lavar las manos de su responsabilidad como padres, como progenitores garantes del buen comportamiento de sus hijos.

Por ejemplo ayer una madre de familia de esta escuela primaria de San Isidro, municipio del Marques, dijo que el niño que traía la pistola jugaba con ella sin la supervisión de una profesora o profesor, nomás falta eso, que los padres les den armas de muerte a los hijos, y echen la responsabilidad de su buen o mal uso, a los maestros o maestras.

Esta es una manera verdaderamente ruin de evadir las responsabilidades familiares, y querer involucrar, sin que esto sea así, en las malas costumbres violentas de sus hijos, los que regularmente son la imitación de sus padres, de lo que ven que son ellos en sus casas.

Y como les dije, son estos papás, los primeros que ponen el grito en el cielo cuando se habla de revisar las mochilas de sus pequeños, y pues, así cuando vamos a cambiar…hasta mañana

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