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La inútil concientización

LA SERPENTINA

POR GUILLERMO AGUIRRE

La inútil concientización

A pesar de tantos cursos, anuncios, y advertencias para evitar la violencia familiar, a diario se denuncian 110 casos de este tipo, informa el director general de Seguridad Pública y Vialidad

Escucho una alarmante cifra que da a conocer el joven José de Jesús Ibarra García, quien es el Director General de Seguridad Pública y Vialidad del municipio de Tepic.

De acuerdo a sus propias palabras, la cifra diaria de denuncias por sucesos relacionados con la violencia en la pura capital del estado, oscila entre las 70 como mínimo y las 110, como máximo.

Añade como la cereza del pastel en materia de este alarmante dato, que los fines de semana las denuncias por violencia familiar, pueden ser superior a las 110 que se dan como máximo entre semana.

Pero fíjese, hay otro dato que debe alarmarnos aún más, pues de acuerdo al señor Director General de Seguridad Pública y Vialidad municipal, la corporación a su cargo, en cuanto recibe una llamada de auxilio de inmediato echa a andar los protocolos correspondientes, tales como presentarse en la casa de donde se recibió la denuncia, detener en caso de ser necesario, al victimario, luego explicar a la víctima lo que tiene qué hacer, y de acuerdo al suceso denunciado o corroborado por los elementos policiacos, se pone al afectador o violentador, ante un ministerio público, esto lo repito, es de acuerdo a lo sucedido, de lo cual los elementos tuvieron conocimiento personal.

Pero luego aquí en este punto del proceso del combate a la violencia familiar, empieza el problema de toda la vida, cuando el victimario es detenido por haber golpeado o dañado en su integridad a la esposa, amante, concubina, o pareja de la dama, ésta opta por no hacer ninguna denuncia, y entonces como los agentes del ministerio público, no pueden retener a ninguna persona sin denuncia que avale su privación de la libertad, pues los hechos violentos quedan sin el justo castigo, y se vuelve a repetir el ciclo de la violencia familiar en alguna de sus muchas manifestaciones.

La situación preocupante es que si ustedes notan, tantos anuncios, promocionales, invitaciones, concientizaciones, y otros tipos de publicidad en contra de la violencia familiar, sensibilización tanto para que los que son iracundos, violentos, impetuosos, irascibles, coléricos, y en general que no pueden controlar su ira, vayan a tratamientos psicológicos, vayan a pláticas a los grupos en donde se dan ayuda a estas personas, vivan o intenten vivir con tranquilidad en sus hogares y grupos de trabajo, pero especialmente con la gente que los rodea, que regularmente son su familia, y nada a funcionado.

Pero luego tenemos el otro lado de la moneda, estas mismas promociones, e invitaciones para evitar ser víctimas de violencia, se les hacen llegar a las mujeres, y ustedes pudieron leer que de un cien por ciento de casos denunciados y de personas detenidas, muy pocas mujeres, en el caso de las mujeres por supuesto, van y confirman su denuncia ante un ministerio público.

¿Qué ocurre?, pues ya lo dijimos líneas arriba, el violentador, el abusivo sujeto que sabe que es más fuerte que la mujer, sale en libertad, y eventualmente, su venganza es peor que la primera vez que fue denunciado, así que la pobre señora termina siendo la afectada en toda la operación.

De esto, lo único que sacamos en conclusión, como ya lo hemos hecho en otras ocasiones, es que la  toma de conciencia o concientización, que de acuerdo al diccionario tiene algunas acepciones como el hecho de que Concienciar es “adquirir conciencia de algo” o “hacer que alguien sea consciente de algo”, mientras que Concientizar, es sinónimo de concienciar usado en el español de América, es decir, tanta concientización, tantos cursos que se dan para evitar esta famosa y malosa violencia familiar, y miren, estamos con cifras que deben aterrorizarnos.

Y es que a veces creemos que el enemigo está fuera de casa, advertimos a nuestros hijos o hijas que se cuiden de un vago, de un maleante, de un drogadicto, etcétera, etcétera, y terminamos viendo en nuestros propios hogares, la manifestación de este peligroso fenómeno.

Que 110 personas denuncien hechos relacionados con ataques a su integridad, cada 24 horas, en un mal síntoma de la sociedad, quizá haga falta concientización de otro tipo…hasta mañana

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