CON PRECAUCIÓN
Las esperadas especulaciones no se hicieron esperar
Por Sergio Mejía Cano
Pues el tema del momento en nuestro país es, sin duda, el estado de salud del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), debido a que se informó que supuestamente se desvaneció al andar de gira por el estado de Yucatán. Esta noticia abrió de inmediato toda una gama de especulaciones al respecto, sobre todo en las redes sociales en donde se dio información desde una enfermedad leve hasta su supuesto fallecimiento.
La Presidencia de la República desmintió muchos de los rumores, no así una aparente información en Twitter del mismo AMLO en donde reconoce haber dado positivo a covid-19, lo que el mismo secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández confirmó en la conferencia matutina de ayer lunes, pues el mismo secretario Adán Augusto López fue designado por AMLO para ocupar su lugar en la también denominada mañanera.
Lo que llama la atención y confirma lo dicho por algunos analistas, es el odio que se ha mostrado en varios comentaristas hacia AMLO, pues algunos lo mataron de inmediato y quizás ya hubiesen querido hasta enterrar al presidente de México.
Sorprende también el hecho de que se haya hecho tanta alharaca como si AMLO no tuviera derecho a enfermarse y más, porque no es la primera vez que se informa que se infectó de covid-19, pues ya con esta son tres veces que se dice que le da esta enfermedad.
Sin embargo, lo bueno de que ya sea la tercera vez que AMLO se enferma de lo mismo, sirve ahora para ya no hacer tanto caso a las informaciones malintencionadas tal y como se dieron la primera vez, en donde también se habló en su momento de que AMLO ya no volvería ocupar la Presidencia de la República porque ya estaba en las últimas. Así que ahora falta ver qué escribe el periodista Raymundo Riva Palacio, porque aquella primera vez escribió un artículo en donde da una crónica de todo un día de cómo lo había pasado AMLO, una crónica tal como si Riva Palacio haya estado detrás de AMLO o a su lado, porque escribió aquella vez este periodista paso a paso todos y cada uno de los momentos de ese día, diciendo que “ya para las cinco de la tarde, el semblante de López Obrador era más que preocupante, pues ya no se podía poner de pie tan fácilmente, por lo que tuvo que ser ayudado para levantarse y ser llevado a su cama (…)”.
Claro que, en sí, habría que felicitar a Raymundo Riva Palacio por su terrible imaginación, pues describe esos instantes tan detalladamente como si él, Riva Palacio, haya sido quien llevaba del brazo y paso a paso al presidente de nuestro país.
Obviamente que ya no sorprende que haya gente que siga creyendo que un gobernante no puede ni debe enfermarse, tal y como si fueran inmortales o de otro mundo, sin ponerse a pensar, quizás, que son seres de carne y hueso, con sus defectos y virtudes como cualquiera otro ser humano, que come, duerme, orina y defeca como todos los demás y que, también es o está propenso a enfermarse en cualquier momento y más, como en el caso de AMLO que, por ser ya un adulto de la tercera edad, podría ser más proclive a padecer a más achaques día con día.
El mismo AMLO ha reconocido públicamente que ya es achacoso, que padece varias enfermedades y no oculta que ya sufrió un infarto, que tiene que estar bajo tratamiento médico; sin embargo, es justo reconocer que a pesar de tener varios padecimientos, aún así sus actividades diarias para otras personas de su misma edad y probablemente hasta con menos años podrían ser más que fatigantes, porque otros jóvenes de la tercera edad muy difícilmente podrían permanecer de pie tres o más horas tal y como lo hace AMLO en sus conferencias matutinas y menos, en vez de reposar sábados y domingos, irse de gira por varias entidades del país tal y como lo hace AMLO cotidianamente.
Se podría intuir que los malos augurios sobre la salud de AMLO que se han estado dando en las redes sociales y, desde luego en medios informativos tanto impresos como televisivos se deben más bien a que desean que algo malo sucediera en realidad; pero al parecer de nueva cuenta se volverán a envolver y embarrar en sus propias mentiras confirmando una vez más su poca credibilidad y su desprestigio que han servido para que buena parte de la ciudadanía haya abierto los ojos para comprobar aquello que se decía de que la población mexicana estaba manipulada en cuanto a información falsa y a modo de los intereses de las élites del país que desde siempre le ocultaron a la población la veracidad de lo que en realidad pasaba en el país y hasta en el mundo.
Sea pues. Vale.
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