LAS COSAS COTIDIANAS EN NUESTRO ENTORNO 

 LAS COSAS COTIDIANAS EN NUESTRO ENTORNO 

Por Juan Alonso Romero 

“La vida cotidiana es lo que cada persona hace diariamente y que constituye el centro de su historia individual. Es también una realidad susceptible a los cambios y modificaciones por la influencia del contexto social”  Literatura de sociología. 

EL FONDO DE AHORRO PARA EL RETIRO 

A nadie debe de asustarle la reacción de los trabajadores burócratas y de su sindicato mayoritario, ante la posible aprobación de la nueva Ley de Ahorro para el Retiro. Sin embargo, todo fondo de pensiones debe de verse por parte del patrón y de los trabajadores, con un lente que tenga el letrero de Realidad. Viendo cuantos pensionados y jubilados tiene el estado, cuál es su derrama mensual para cubrirlos y si hay actualmente recursos suficientes en el fondo para todas y todos. Analizando que se debe de hacer, para tener un fondo que sí cubra las percepciones fundamentales de los beneficiarios, sin que entre en quiebra. De donde van a salir esos recursos y en que monto se necesita que sean. Esto lo dará una posible Mesa de Diálogo, que puedan acordar de manera serena ambas partes. Porque si no se entra en un intercambio de opiniones que abran una ventana, para ver la situación real y actual del fondo, se pueden entrampar las opciones de solución de este ya añejo asunto.  

EL PROBLEMA 

En todo proyecto, obra o acción que implique pagos, el problema real, de fondo es el dinero. Para que midan ambas partes, que si se puede y que no se puede aunque se quiera. De ese piso tan elemental que es de sentido común, se tiene que partir en todo problema real. Pues ya el filósofo Alemán Husserl identificó cuando hay un verdadero problema. 

*Cuando hay un problema por resolver.  

*Ausencia de conocimiento. 

*Y voluntad en resolver el problema. 

Aquí hay un problema por resolver, que estriba en montos, cantidades y efectivo de dinero. Luego hay que entrar a conocer cuánto dinero se tiene para resolver esos montos, cantidades y efectivo. Poniendo ambos la voluntad para resolverlo, aceptando la realidad de lo que se tiene contante y sonante hoy, a mediano y a largo plazo para tal solución. Nada más que el problema, el verdadero problema, necesita plena aceptación de su existencia por quien o quienes deben de entrar en su solución. Porque la verdad, los hechos de él, allí están, son reales y necesitan información precisa para entrar a sus entrañas, para conocerlo a fondo. Luego para aceptar que se necesita para empezarlo a resolverlo. Sin frustraciones, cerrazones o confrontaciones de las partes que estén involucradas en él, dentro de él o en su entorno. 

SIN QUE SEA RECOMENDACIÓN 

La buena disposición para ver la realidad, requiere de los lentes con dos cristales normales: la buena fe y el sentido común. La buena fe, para que en esa forma se analicen y discutan los detalles que tiene el fondo actual y el nuevo que se está proponiendo. El sentido común para ver que lo que ayer se pudo de inicio, se fue complicando y luego ya no se pudo cumplir. Quizá en este momento ya no se pueda con el cumplimiento de un fondo que ya casi no tiene eso: fondos.  

CONSTRUCCIÓN DE ACUERDOS 

La construcción de acuerdos o consensos, se logra cuando se identifica que entenderse es una toma de decisiones entre dos o más partes. De tal manera que mí decisión, debe ser tomada entendiendo a la otra parta y viceversa. De tal manera que no es consenso. 

*Cuando mi empresa, asociación, partido político, entidad religiosa o representación gremial, pretende imponer su punto de vista, como la decisión válida que debe de aceptar necesariamente la otra parte. Situación difícil de prosperar, porque nadie en su sano juicio acepta una imposición o una presión en tratándose de una negociación. Pues al prevalecer una posición de fuerza, el que recibe el impacto de la presión la ve, la siente e incluso la mide. Sabe su peso y de donde vino, por si en otro momento tiene la oportunidad o la capacidad de revertirla. 

*En todo consenso, está claro el principio de lógica elemental de que nadie está obligado a lo imposible. Es decir que en la negociación no se deben solicitar y menos exigir, cosas que la contraparte aunque lo quiera, no puede proporcionar. 

PRESIÓN O NEGOCIACIÓN 

Podemos preguntarnos que funciona mejor en el mundo real, en el cotidiano: 

-La Presión. 

– O la negociación. 

La presión puede en un momento determinado forzar a una salida transitoria, obligada. Que queda amarrada con hilos muy frágiles y con alto riesgo de romperse. Es mejor el camino de la negociación. Donde ambas partes necesariamente tengan que encontrar un justo medio para poder acordar. 

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