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LA SERPENTINA 

POR GUILLERMO AGUIRRE 

El pánico colectivo 

Un buen consejo del partido MORENA, de Sinaloa, es que la ciudadanía de ese estado no abone o ayude al pánico colectivo, esto para no engrandecer a los que viven de la industria del miedo 

Ayer algunos personajes que tienen cargos de elección popular en la vecina entidad, que son representantes de la ciudadanía sinaloense, alzaron la voz para pedirle a los habitantes del estado de Sinaloa, a no dejarse llevar por el pánico colectivo, luego de los sucesos ocurridos tras la captura del llamado ratón o ratón viejo o nuevo, el joven OVIDIO GUZMÁN. 

En este llamado coincido plenamente con los políticos sinaloenses de MORENA (Movimiento de Regeneración Nacional), pues no cabe duda que uno de los propósitos de quienes viven de amedrentar, de asustar, de sojuzgar, de dominar, de atemorizar a otros, es el miedo, el pánico, o como dicen ahora los muchachos de secundaria y prepa, “paniquear” a la población. 

Por supuesto que todo tiene un fin, el fin de lograr el pánico colectivo es hacerse ver como los que dominan el ambiente, los que tienen la sartén por el mango, y el mango también. 

Y es que el pánico es una reacción natural a una amenaza real o potencial que responde a los mecanismos evolutivos ligados con la conservación del individuo o de la especie.  

Aunque estos elementos son necesarios, cuando se desbordan se convierten en elementos negativos que pueden convertirse en riesgo. 

Y aquí viene lo malo, en el caso de Culiacán, como el pánico se trata de una emoción, esta emoción es fácilmente contagiosa, tal como sucede con la alegría o la tristeza. Y cuando esto ocurre se cae en el espectro de lo que se conoce como pánico colectivo, un estado que de no controlarse se transforma en una verdadera amenaza social.
Como se dijo anteriormente, todas las emociones son contagiosas, de ahí que muchas veces se habla de la alegría en las calles o de la tristeza popular, ya no como la suma de sentimientos individuales sino como un fenómeno colectivo.
En el caso del pánico, ocurre lo mismo. Y por eso se dicen frases como “la gente tiene miedo” o “la ciudad está amedrentada”.  

El pánico o miedo colectivo no sigue la lógica de la probabilidad sino que se desliza por un atajo mental más simple: “Si esto nos causa daño es mejor evitarlo por si las dudas”.
En otras palabras, funciona contrario a la idea de “eso a mí no me tocará”, “esos son cuentos” o simplemente “mejor démosle la espalda”.
Lo cierto es que esto tiene una lógica evolutiva porque  todas aquellas personas o comunidades que más evitaron daños, así las causas fueran inexistentes, sobrevivieron más que los que fueron racionales o escépticos frente a ellos.
Antes de que existieran las redes sociales, bastaba un rumor para que la gente tomara decisiones unificadas para protegerse. “La gente no se detenía a analizar si la amenaza era real o no, simplemente actuaba, se protegía, reaccionaba”. 

Esto ha cambiado porque hay mucha información y la gente tiene más elementos para poder soportar sus decisiones. Sin embargo, cuando estas son manipuladas pueden brotar la ansiedad y la sensación de incertidumbre general. Es claro, que el miedo social paraliza y en ese contexto es común que las comunidades traten de defenderse y por encima de todo proteger lo que ya tienen.
“Hay una reacción natural para mantener el ‘statu quo’ cuando se presume una amenaza colectiva y para eso se actúa como en manada sin criterios de lógica sino de conjunto irracional. No hay corteza cerebral, hay acción de grupo”, dice un conocido psiquiatra. 

En fin, parece que este llamado de MORENA, a no abonar al miedo colectivo, tiene sus fundamentos, pues el día jueves 5 de enero, 2023, día en que capturaron a  OVIDIO GUZMÁN, por la madrugada,  ya a altas horas de la noche, digamos poco antes de la medianoche, de ese mismo día, el comunicador CIRO GÓMEZ LEYVA, recibía un reporte de uno de sus corresponsales ubicado en la ciudad de Culiacán Sinaloa, quien le comunicaba los últimos hechos, y el resumen final, es que de la población civil, nadie había sido asesinado, ni acribillado por los famosos convoyes de civiles armados que patrullaban las calles, esto según reportes de las redes…en resumen, si hubo bajas del ejército, porque en efecto la guerra es de ellos contra la delincuencia, pero finalizo reafirmando que coincido plenamente con MORENA, no debemos de abonar al pánico, para no favorecer a los que viven de causar miedo…hasta el lunes  

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