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EL DETONANTE JUVENIL DE LA VIOLENCIA  

LA SERPENTINA POR GUILLERMO AGUIRRE 

EL DETONANTE JUVENIL DE LA VIOLENCIA

El alcohol sigue provocando tragedias en donde los jóvenes menores y mayores de edad, son los principales protagonistas 

La tarde de este pasado domingo, dimos cuenta y publicamos en nuestro portal de noticias, una cruenta noticia,  se reportó un hecho de tránsito por el Libramiento Carretero a la altura del kilómetro 3 entre la calle Jazmín y Jacarandas de la colonia Reserva Territorial Los Sauces de esta ciudad. Sobre los hechos:  un vehículo de la marca Nissan tipo Tsuru II de color blanco, con matrículas del estado de Nayarit, en sentido al poniente salida Mazatlán, conducido por Iván Geovany  “N” de 18 años, aunque se supo extraoficialmente que el joven tenía 16 años de edad, este joven  atropella a una persona del sexo masculino con su parte frontal cofre y medallón “parabrisas” misma persona  que al impacto se sujetó del medallón estrellado llevándoselo  el chofer IVÁN GEOVANY, colgado y arrastrando con los pies al pavimento hasta llegar a la altura del kilómetro 2 + 300 aproximadamente, altura de los Arcos del Infonavit Los Sauces, donde el atropellado de nombre JUAN CRUZ , de 52 años de edad,  quedó en el lugar, mismo que fue atendido por personal paramédico de la Unidad Médica Táctica,  para posteriormente ser trasladado de urgencia a un hospital para su atención médica, presentando dermoescoriaciones en distintas partes del cuerpo, desprendimiento de piel en la planta de los pies, traumatismo en cráneo, múltiples heridas, muriendo al poco rato de ser internado.  

Lo más impresionante fue que el tal IVÁN GEOVANY, siguió como si nada, con el vehículo por el libramiento, siendo interceptado por unidades de la Policía Estatal de Caminos, quienes le dieron alcance y cuando bajó del vehículo andaba como se dice en el argot frívolo, “hasta las manitas”, de borracho, es decir, sumamente alcoholizado, aparte dentro del vehículo que quedó fuera de la cinta asfáltica, se encontraba un amigo del conductor, quien de tan borracho que estaba, se quedó dormido, y ni siquiera sabía que había pasado. 

Les comenté la noticia porque es importante resaltar hasta donde hemos llegado en materia de respeto, cuidado, precaución, prudencia, responsabilidad, etcétera, etcétera. 

El primer punto es que al sentir que había atropellado a alguien, el joven borracho,  IVÁN GEOVANY, lo primero que debió haber hecho, fue parar el vehículo, y aquí es imposible que diga que no se dio cuenta, porque por más de un kilómetro, el alcohólico joven, cargó con el cuerpo del hoy ya muerto, JUAN CRUZ, quien se aferraba como podía, al cofre del carro Tsuru, seguramente suplicándole que parara el carro, esto lo digo por simple deducción de sobrevivencia, como también deduzco que en su alcoholizada estupidez, quizá, repito, quizá, el chofer asesino, se pudo haber divertido. 

Aporto esta teoría, porque si ustedes me dicen que  no, que seguramente el joven se preocupó por lo que hizo  y por esto huyó del lugar, me resultaría difícil creer que una persona asustada, no se hubiera parado de inmediato. 

Esto lo dicen los estudiosos de la conducta, que una persona buena, cuando sabe que ha cometido un delito, lo primero que hace es tratar de repararlo, pero como ustedes pueden dar cuenta de esta nota, el joven alcohólico, tuvo más de mil doscientos metros para hacer alto, algunos dicen que casi dos kilómetros para pararse, y cuando el atropellado hoy muerto, ya no tuvo fuerzas para agarrarse del cofre, fue lanzado al pavimento donde se le rompió el cráneo, mientras el joven siguió su loca carrera, y probablemente de no haber sido por las patrullas que le pedían hacer alto,  y por lo borracho que andaba, finalmente se salió de la cinta asfáltica y fue a dar contra unas yerbas y árboles. 

Cayéndose de borracho, todavía quería recibir explicaciones del motivo por el cual era seguido por las patrullas policiacas, totalmente fuera de todo razonamiento congruente. 

Lo único que puedo concluir es que por más que quieran los padres darles toda la libertad a sus hijos menores de edad, y aun mayores de edad, para que sean ellos los que tomen alcohol a criterio, esto sigue sin servir, este accidente, sólo es uno más de los muchos que nuestros alcoholizados jóvenes, protagonizan cotidianamente…hasta mañana 

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