DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER

DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER

Por Juan Alonso Romero

TU NOMBRE DE MADRE

En la vida de las sociedades, de las naciones, de las etnias y de los pueblos, la lengua que la humanidad maneja, no en balde, se le denomina como “lengua madre”. En referencia directa, a que de ella, aprenden los hijos a hablar, a expresarse, a identificar su mundo. La lengua madre, también es conocida como “lengua nacional”. Así de importante es la presencia de la madre, de la mujer, en la vida de los pueblos. Es la parte emotiva, más determinante en la vida de los niños, que deja mensajes permanentes en la existencia del individuo. Es la palabra que los soldados moribundos, expresan antes de terminar sus días: madre, dicha en varios idiomas.

UNA HUELLA IMBORRABLE

Esa es la huella firme, imborrable, única, que representan las mujeres en la vida individual, social y familiar de todos los habitantes de nuestro planeta. A ellas, el día 8 de marzo, instituido universalmente como “el Día de la Mujer”, se les rinde reconocimiento y homenaje. A todas las mujeres del mundo. De todas las edades. De todas las etnias, de todas las lenguas. A las forjadoras de nuestros niños, adolescentes, jóvenes y ciudadanos.

POR EL FIN DEL MACHISMO

Homenaje con fervor a la mujer en su día. A niñas, adolescentes, jóvenes y adultas. A solteras y casadas, a todas las mujeres de Nayarit, de México y del mundo. Reconociéndoles la igualdad jurídica frente al hombre. Abogando y luchando por la eliminación del machismo y sus secuelas negativas. Por el fin de la visión patriarcal en los hombres, hogares y en la sociedad. Porque en el mundo, se tiene la imagen clara, fresca y siempre grata de la mujer.

NUESTRAS COMPAÑERAS

Desde el jardín de niños, la primaria, la secundaria, la preparatoria, en los trabajos y en los estudios superiores, conocemos a las compañeras y a las amigas. Luego, alguien se convierte en la amiga cercana, confidente o novia. En la vida ancha y ajena, que nos mueve en la aventura de despertar de la niñez a la adolescencia y a la juventud. Donde vemos que los compañeros y compañeras, se casan, forman familias y viven juntos su felicidad. La novia como una crisálida se convierte en mariposa, en una bella mariposa. Ellas se convierten en esposas y en madres. Nacen los hijos y en un tiempo rápido, vendrán los nietos y con ellos las canas, los años y la tercera edad. Caminamos junto a ellas con lentitud y son nuestras compañeras de viaje hasta el final de nuestros días.

LAS FORJADORAS

Ellas son quienes en la fragua de la vida, nos han forjado a todos. Inculcandonos principios, valores, tradiciones, leyendas, historias y cuentos. Despiertan nuestra imaginación y alimentan nuestros sueños, para ser técnicos, profesionistas, comunicadores, músicos, artistas, soldados, policías, choferes, pilotos, astronautas, sacerdotes, ministros, campesinos o bien obreros. Son las forjadoras de nuestras personalidades. De nuestras ilusiones, esperanzas y sueños. De nuestra resistencia para la lluvia, la nieve, los huracanes o las mareas embravecidas. Nos preparan para recorrer los caminos difíciles y las noches oscuras. Pero igual, para saber admirar los amaneceres, la brisa, el polvo de las estrellas, los atardeceres y el amor.