FEDERALISMO Y DEMOCRACIA

FEDERALISMO Y DEMOCRACIA

Por Juan Alonso Romero
FEDERALISMO
El federalismo, por abarcar diferentes estados – o departamentos – y municipios en el territorio donde ejerce su poder, debe de tener en esencia una visión plural y tolerante. Como consecuencia de la democracia y del marco del estado de derecho. Esto, en virtud de que el pluralismo político en sí mismo, como expresión de legalidad y de democracia, ofrece en todos los países civilizados del mundo, esa forma de hacer política, gobierno y acción privada. Eso es la civilidad del Siglo XXI. La gobernanza del mundo globalizado, del mundo con alta tecnología e información instantánea en tiempo real.

No debemos confundirnos, como ha sucedido durante muchos años en México, creyendo que el federalismo lo representaba un partido o un presidente de la República en turno. De los cuales debe fluir la suerte de mejora o no de los estados y municipios que conforman a la federación. Esa mala concepción de federalismo, nos condujo a sacralizar a un solo poder: al ejecutivo. A un solo individuo: al Presidente de la República. Es por eso, que el federalismo real y legal, tiene una sana pluralidad normal, natural. Con la connotación de algunas condiciones.

I.- Condiciones para expresar y defender distintas y antagónicas líneas de pensamiento. Esto en virtud de que la democracia como tierra fértil, no lo es para un solo tipo de idea, de partido, de dirigencia o de caudillismo. Es en la teoría y en la práctica, un escenario donde caben todos los pensamientos, las ideas y las expresiones políticas.

II.- Porque el pluralismo, no obedece a la magnanimidad de un líder o de su partido. O de un gobernante o de su gobierno. Es un valor sin el cual la democracia no funciona. O en cuya ausencia, fácilmente surgen el autoritarismo, el caudillismo y las imposiciones.

III.- La democracia exige en la enseñanza, en la ciencia y en el debate ideológico o político, la libre expresión de las ideas. La libertad para pensar, manifestar y para publicar. Incluso, la libertad para no coincidir y para oponerse. Cuyo ejercicio no debilita, sino que fortalece a la democracia. Impidiendo la existencia del partido único o del líder único. Que pueda avasallar a los otros dos poderes o polarizar a la sociedad.

DEMOCRACIA
La democracia de manera sencilla, busca la participación de todos – si se puede -. O si no, cuando menos, de las mayorías en las acciones y decisiones para elegir candidatos y representantes populares. Para que estén comprometidos no con quienes les apoyaron con fondos en las campañas, sino con el pueblo, para defender sus legítimos intereses. Las democracias, guían su acción no por la voluntad discrecional del Ejecutivo, sino por la voluntad soberana de la Constitución de la Nación. Que es la ley de leyes. La norma fundamental, que custodia la vida, posesiones, propiedades, oficios, profesiones y libertades democráticas de los ciudadanos. Los cuales pueden aprobar o rechazar las acciones de gobierno o las conductas de sus gobernantes. Lo hacen mediante los partidos políticos, incluidas las oposiciones. Lo que se expresa en los procesos electorales con su voto. En ese sentido, la democracia se refleja en la libertad que debe de existir, para la formación y funcionamiento de las organizaciones políticas. Las cuales de ninguna manera, debe de coptar, frenar, excluir o perseguir el gobierno. O tampoco, estarlas presionando mediante el uso de los recursos públicos, que son producto de los impuestos que aportan los ciudadanos.